Escrito por: Esther Pardo Isla
Restituir el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu debería ser el resultado de un buen viaje. Pero sólo hay garantía de que sea así cuando se prueba el ayurveda en Sri Lanka.
Cuando el viajero visita la isla, accede a todo un mundo nuevo por descubrir. Y una de las cosas que se perciben en Sri Lanka es que la vida cotidiana, al igual que en India, está condicionada por la tradición ayurvédica. Tanto es así que los propios hoteles – hay algunos resorts ayurvédicos- han querido incorporar a sus servicios los beneficios de estas prácticas para que el bienestar del turista sea lo más completo posible. Por tanto, cuando el viajero se pone en manos del ayurveda en Sri Lanka, está en manos de un sistema de medicina tradicional que se originó en la vecina India hace más de 5.000 años, que se erige en uno de los sistemas más antiguos del mundo, junto con el chino, y que cuenta con una titulación propia y el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Uno de los recursos que se utiliza con mayor frecuencia es el masaje: aceites esenciales y vegetales calientes y los movimientos rítmicos del terapeuta son todo un privilegio. Este tipo de tratamiento es una de las experiencias más apetecibles que el viajero puede regalarse, pero no la única. Este sistema holístico y científico procura no sólo cuidados físicos, también nutricionales, emocionales y ambientales adecuados para reestablecer el equilibrio y garantizar una vida sana y prolongada. La dieta, gracias a la nueva cocina ayurvédica, o la meditación y el yoga son prácticas que esta “ciencia de la vida” pone al alcance de quien quiera experimentarlas.
En lo que respecta a la alimentación, el viajero se encontrará con una dieta personalizada y un sistema de nutrición en función de sus doshas (energías que determinan la buena del organismo, estructuradas en tres: vatha, pitha, kapha). Según esta ciencia, hay que atender a la combinación única de aspectos físicos y psicológicos de cada persona, por lo que ningún alimento es bueno para todo el mundo, pero alguno siempre es bueno para alguien.
Para lograr la mayor efectividad del tratamiento, hacer meditación y practicar la respiración de yoga (pranayama) con el objetivo de favorecer la revitalización de cuerpo y mente en sintonía con el privilegiado paisaje de la isla es otro de los puntos clave de la práctica ayurveda en Sri Lanka. Éste es sin duda un enclave privilegiado para integrar la naturaleza individual con el entorno natural. Porque, ¿qué mejor forma de fortalecer la salud mientras se disfruta de las vistas al Océano Índico, de las ruinas atemporales o de los espectaculares cultivos de té? Tras probar la experiencia de ayurveda en Sri Lanka ya se puede regresar a casa con el objetivo del viaje cumplido: energía renovada y un sinfín de recuerdos de la belleza del país asiático a los que recurrir para reencontrarse con el bienestar, siempre que sea necesario.