Escrito por: Esther Pardo
Marco Polo, Thomas Lipton, Mark Twain, Duke Ellington o Pablo Neruda son sólo algunos de los viajeros ilustres en Sri Lanka. Descubre qué les enamoró del país asiático.
Cuando Marco Polo cruzó el Golfo de Bengala siguiendo las rutas comerciales por Sri Lanka junto a su padre y su tío, se encontró con la antigua Ceilán. La espectacularidad de la belleza de sus paisajes hizo que el joven dejara por escrito en el siglo XIII el impacto que le había causado esa visita a la mágica isla, a la que consideró la más bella del mundo en proporción a su tamaño. Pero no fue sólo la geografía lo que le conquistó. Como comerciante, los tejidos que encontró así como sus especias –pimienta, canela, cardamomo o jengibre-, le terminaron de enamorar.
Pero en Sri Lanka no sólo huele a especias. También el olor a té impregna su atmósfera. Por eso, el creador de la famosa marca de té Lipton (y el primero en patentar esta infusión en bolsas), tuvo aquí su base para proveerse de la mejor materia prima para su negocio. Este escocés apasionado a la navegación, compró terrenos en 1890 y cambió para siempre el paisaje con sus plantaciones de té.
Seis años después, otro creador, en este caso del célebre personaje de Tom Sawyer, Mark Twain, se encontró tomando más de un té negro en la isla en la que la vegetación lo inunda todo. Entre su bibliografía, las novelas de viajes cobran un protagonismo especial, y para escribir la que sería la segunda entrega de su “Viaje alrededor del mundo siguiendo el Ecuador”, el norteamericano se aventuró en Ceilán y en el subcontinente indio colonial inmortalizándolas para la literatura.
Colombo. 1963. La ciudad se inunda del jazz de uno de los músicos más influyentes del siglo XX: el pianista, compositor y director de orquesta Duke Ellington. El presidente Kennedy lo eligió como embajador musical y el flechazo con la capital, en la que el género triunfó enormemente en los ’40 y ’50, fue mutuo.
Otro de los viajeros ilustres en Sri Lanka que encontró inspiración en el sudeste asiático fue Pablo Neruda. En su época de cónsul para Chile, el escritor estuvo destinado en la isla, de la que sacó partido dando la estructura final a su libro de poemas “Residencia en la tierra” desde su casa frente al mar en el barrio de Wellawatta, sobre el puerto de Colombo.
A todos ellos, al igual que a los viajeros actuales, les asombró la hermosura de los tesoros que se esconden en la “lágrima de la India”, como la denominaba Gandhi. Los viajeros ilustres en Sri Lanka encontraron allí la inspiración para triunfar.