Combinado: Viaje a Sri Lanka y Maldivas

Durante los últimos años los viajes a Sri Lanka y Maldivas se han convertido en el combo a la hora de dar rienda suelta al romanticismo entre antiguas ciudades imperiales, plantaciones de té infinitas o playas de ensueño. Si aún no sabes dónde comienza el viaje de vuestras vidas, nuestra sugerencia de luna de miel en Sri Lanka y Maldivas te abrirá los ojos del todo.
Escrito por: Alberto Piernas

Viajes a Sri Lanka y Maldivas

En primer lugar, a Sri Lanka y Maldivas tan solo les separan 2 horas de vuelo, pudiendo incluir ambos paraísos en un itinerario de, por ejemplo, 15 días durante los que sucumbir a un sinfín de contrastes.

Sri Lanka y Maldivas conforman las dos caras de cualquier destino exótico y cálido: mientras Sri Lanka ofrece un perfecto mosaico de antiguas ciudades budistas, safaris apasionantes y playas de cocoteros, Maldivas evoca ese clímax de ensueño en forma de villas, playas azul turquesa o islotes privados.

Destinos que puedes unir en un mismo viaje si lo que buscas es vivir todas las experiencias posibles, ya sean de cultura, historia, gastronomía, naturaleza o descubriendo algunas de las mejores playas del mundo.

Pero si aún no te hemos convencido, estamos seguros de este repaso a tu futuro viaje a Sri Lanka y Maldivas te convencerán del todo.

Viajes a Sri Lanka, la isla de los «hallazgos afortunados»

Elefantes surcando un río en Sri Lanka. © Glen McKimmin

A lo largo de su historia, la que fuese la isla favorita de Marco Polo fue bautizada con diversos nombres, entre ellos «Serendib», palabra extraída de un cuento persa y de la cuál derivaría el término «serendipia» (o «hallazgo afortunado»). Un nombre que hace honor a este trocito de paraíso en la Tierra donde se despliega un plantel de opciones y atracciones turísticas inigualable. No te pierdas todo lo que hay que ver en Sri Lanka.

Triángulo Cultural de Sri Lanka

Al igual que sucedería en otros muchos países asiáticos, el budismo llegó a Sri Lanka en el siglo IV a.C. desplegando un conjunto de templos y ciudades budistas a lo largo y ancho de toda la isla, siendo el Triángulo Cultural el mejor lugar para deleitarse con los muchos matices de la también conocida como «lágrima de India». Anuradhapura, la más nórdica del Triángulo y uno de los grandes centros de poder del sudeste asiático, se convierte en la primera parada de tu recorrido. Una antigua ciudad que, aún hoy día, gira en torno a una gran estupa a la que se asoman peregrinos budistas y rituales ancestrales aderezados de incienso y misticismo.

Una experiencia a complementar con una visita a otros grandes obligados del Triángulo Cultural como son el Templo de Dambulla, un conjunto de cinco santuarios budistas atrapados en diferentes cuevas, o Polonnaruwa, un complejo de hasta 8 kilómetros que engloba cientos de antiguas dagobas (o estupas), palacios o secciones como el Gal Vihara, conjunto arquitectónico famoso por su Buda Dormido.

Pero si hay un lugar por el que destaque el Triángulo Cultural más allá de sus complejos budistas, ese es sin duda Sigiriya. También conocida como Roca del León, esta fortaleza alojada en un enorme peñón que sobresale sobre una selva eterna contiene la esencia de esa Sri Lanka antigua en forma de pinturas rupestres, las enormes garras de la estatua del león o el resto de diferentes palacios que copan una cumbre hasta la que ascender al amanecer. El perfecto lugar desde el que deleitarse con la exuberancia de una isla de Sri Lanka que respira historia por sus cuatro costados.

Playas y naturaleza de Sri Lanka

Si existe un aspecto por el que Sri Lanka destaque por encima de otros destinos es, sin duda, por ese carácter de edén tropical.

Plantaciones de té inmensas, cumbres nebulosas, mares de cocoteros asomados a sus playas, elefantes y leopardos, noches interrumpidas por el canto de los pavos reales, monos avispados o lagartos que parecen extraídos de la propia era prehistóricas son solo algunos de los elementos que configuran un tapiz tan exuberante como fascinante.

A la hora de realizar turismo de naturaleza en Sri Lanka, podrás perderte en escenarios como el Parque Nacional de Yala, ideal par avistar al leopardo, avistar las migraciones de elefantes que tienen lugar en Minneriya cada mes de agosto, o perderte por Wilpattu, el mayor parque nacional del país.

Paraísos naturales que se funden con unas costas donde el surf, la pesca, el relax y el ambiente local se aglutinan en los rincones más inesperados. Disfruta de los atardeceres de mil palmeras en Mirissa o inspira los misterios del islote de Trapobane, en Weligama. Practica surf en Arugam Bay, viaja a ese paraíso virgen que es Trincomalee o complementa una jornada en la deliciosa Hikkaduwa con visitas a fuertes de otro tiempo.

Ciudades de Sri Lanka

Si bien un país como la antigua Ceilán destaca más por sus atributos naturalezas que por sus núcleos urbanos, Sri Lanka cuenta con diversas ciudades de interés caracterizadas por un estilo totalmente diferente entre sí.

Símbolo de esa Asia emergente gobernada por la Lotus Tower, Colombo es una amalgama de influencias holandesas, portuguesas y ceilandesas que susurra a través de lugares como la zona comercial de Pettah, los restaurante del antiguo Dutch Hospital o la paz de sus templos urbanos.

Por su parte, Kandy, en el corazón de Sri Lanka, se consolida como el gran centro cultural del país al ser el lugar escogido para albergar el famoso diente de Buda. Y es que uno de lo caninos del maestro espiritual fue oculto aquí, entre altas tierras de té, en un Templo del Diente de Buda convertido en el gran icono de esta ciudad de lagos, colinas y encanto exótico donde cada verano se celebra una de las fiestas más famosas de Asia: el Esala Perahera, un carnaval de elefantes luminosos que custodian la mayor reliquia del país.

Por último, el contrafuerte a la modernidad de Colombo y el budismo de Kandy llega en forma de vestigio colonial. Más concretamente, un Fort Galle concebido como primer asentamiento colonial de Sri Lanka en el que murallas portuguesas y holandesas susurran al Índico mientras protegen un conjunto de antiguas viviendas europeas conquistadas por palmeras, restaurantes exquisitos y callejuelas propias de un cuento exótico.

Como puedes comprobar, Sri Lanka supone un laberinto de atracciones de lo más completo a la hora de dar cabida al mejor viaje de tu vida.

Junto con Maldivas, por supuesto.

Viajes a Maldivas

Cuando alma y cuerpo se han alimentado de los fascinantes contrastes de «la lágrima de India», la mejor forma de seguir fluyendo pasa por unos días de ensueño en cierto archipiélago ubicado a tan solo 2 horas de vuelo. Conformado por hasta 1190 islotes repartidos en 26 atolones donde cielo y océano parecen fundirse, el archipiélago de Maldivas aguarda entre esas palmeras que traen nuevos aromas o la posibilidad de alojarse en un resort de lujo que compensa todas las tensiones imaginables.

Conoce el encanto de esa Venecia asiática llamada Male y disponte a aterrizar en hidroavión en hoteles como Baros Maldives, donde sus diferentes villas seducen a todo mortal que una vez soñó con caminar descalzo por la selva, disfrutar de una Infinity Pool digna de dioses o recalar en el Sandbank, un islote privado donde recalar con el amor de tu vida.

Y es que dos destinos como Sri Lanka y Maldivas pueden convertirse en la mejor idea para una luna de miel.

De hecho, lo es.

¿Por qué vivir tu luna de miel viajando a Sri Lanka y Maldivas?

Tras una boda, la luna de miel es un obligado que invita a ser exigente con ese viaje especial, especialmente cuando se trata del más importante de tu vida. Una ocasión que entiende de muchísimas posibilidades, siendo Sri Lanka y Maldivas la mejor combinación por muchos motivos.

Luna de miel en Sri Lanka

Si bien ya hemos comentado los muchos atributos que engloba Sri Lanka, la antigua Ceilán se convierte en un paraíso para los enamorados por muchos motivos, especialmente cuando se trata de soñar con estas experiencias románticas en Sri Lanka dignas del viaje más feliz de vuestras vidas.

Surcar en globo el Triángulo Cultural

¿Imaginas ver todas esas brillantes estupas y rocas legendarias brotando entre un manto verde inmenso? ¿Sentir la brisa desde las alturas mientras brindáis con champán? La opción de surcar el Triángulo Cultural en globo se convierte no solo en una de las opciones más románticas para tu luna de miel en Sri Lanka y Maldivas, sino en una diferente cuando se trata de admirar antigua Ceilán desde una perspectiva diferente.

Un homenaje en Minitry of Crab

Considerado como el mejor restaurante de Sri Lanka y uno de los más prestigiosos de toda Asia, Ministry of Crab es una eminencia gastronómica defendida por el chef Dharsan Munidasa, encargado de preparar cangrejos deliciosos servidos en un entorno único: un Dutch Hospital convertido hoy día en el pulmón cultural de la ciudad de Colombo, ideal para perderse entre antiguos barrios comerciales o templos budistas diseminados en enormes lagos urbanos.

Descubrir el Triángulo Cultural

Los vestigios culturales del gran epicentro budista de Sri Lanka encierran numerosos secretos a descubrir en pareja: desde un paseo en bicicleta entre la naturaleza y Budas dormidos de Polonnaruwa hasta los aromas a incienso que recorren Dambulla, pasando por esa aventura de ascender hasta la cima de Sigiriya, el Triángulo Cultural supone todo un reto para los sentidos a consolidar con un safari entre cientos de elefantes en Minneriya.

Alzar la vista en el Real Jardín Botánico de Sri Lanka

Atrapada entre altas colinas tropicales, Kandy se asoma a un imponente lago ideal para pasear en pareja antes de conocer el famoso Templo del Diente de Buda o perderse en su imponente Real Jardín Botánico de Peradeniya. Deleitaos con sus avenidas de palmas, la colección de orquídeas, árboles cubiertos por cientos de murciélagos o un ambiente exuberante que florece en el corazón de Sri Lanka.

Taprobane Island

En la famosa bahía de Weligama existe una islita inmortalizada por la antigua nobleza y la literatura donde se aloja uno de los hoteles más fascinantes de Sri Lanka. Un pedazo de paraíso esculpido en el Índico donde despertarse con el sonido del mar para proseguir con una mariscada bajo árboles centenarios conforman la mejor jornada en pareja.

Perderse en Nuwara Eliya

El epicentro del té en Sri Lanka se aloja en unas Tierras Altas envueltas en neblina y montañas de cuento ideal para refugiarse en pareja. Porque Nuwara Eliya no es solo un paseo entre algunas de las plantaciones de té más espectaculares del mundo: es un tren que parece surcar los confines del mundo, una cena con velas en una antigua mansión inglesa o un paseo entre bosques palpitantes y restos budistas mecidos por una paz absoluta.

Asomarse a esta Infinite Pool

Ceylon Tea Trails es ya un sinónimo de lujo y bienestar en el corazón de las Tierras Altas de Sri Lanka. Un paraíso de la cadena Resplendent Ceylon perdido entre plantaciones de té y lagos mágicos a contemplar mientras brindáis con champán. O, más concretamente, desde una Infinity Pool convertida en el mejor espejo romántico.

Avistar ballenas en Mirissa

Especialmente entre los meses de diciembre y marzo, cierta cola se deja entrever a unos pocos kilómetros desde la costa de Mirissa, uno de los enclaves más paradisíacos del sur de Sri Lanka. Un avistamiento de ballenas que nos reconcilia con la espectacularidad de la naturaleza a bordo de un catamarán de lujo desde el que reservar el tiempo necesario para, de paso, zambullirse en las ensoñadoras aguas del océano Índico.

Pasear por las calles de Galle

En una estrecha calle, un restaurante de cocina fusión ceilandesa es decorado con cientos de lucecitas mientras el atardecer se dibuja sobre los tejados coloniales. Desde algún lugar, brota la música de un gran piano y mujeres vestidas de blanco aguardan frente a la puerta de viejas mansiones europeas convertidas hoy en galerías de arte exquisitas. Galle, especialmente en lo que concierne a Fort Galle, sus murallas y sus casitas coloniales suponen uno de los lugares más bellos a descubrir en pareja de toda Asia.

Crucero por Madu River

No lejos de Galle, Madu River fluye por una selva exuberante hasta abrirse a un océano Índico que quita el aliento. Un sinuoso escenario que invita a perderse a bordo de un romántico crucero en el que no solo disfrutaréis de algunas de las mejores delicias ceilandesas o actividades como el avistamiento de aves, sino también de un conjunto de islotes donde aún se celebran antiguas ceremonias budistas.

Vivir la experiencia Wild Tented Coast

Existe algo mejor que visitar el Parque Nacional de Yala: alojarse en él. Una experiencia posible, hoy más que nunca, gracias a Wild Tented Coast, alojamiento de la cadena Resplendent Ceylon que despliega diversos alojamientos en cabañas mecidas por el sonido del mar. Todo el confort soñado a disposición de una estancia que podréis disfrutar mientras alguien sirve el champán y los leopardos no andan lejos.

Luna de miel en Maldivas

Tras las exuberantes experiencias que aguardan en Sri Lanka, la mejor forma de concluir el viaje de vuestra vida consiste en unos días de ensueño en el lugar más paradisíaco del mundo: ¡Maldivas! Aguas color turquesa, playas de arena blanca y vistas al océano desde una Infinity Pool son solo algunas de las experiencias que podréis disfrutar en hoteles como Baros Maldives, Milaidhoo u Oblu SELECT at Sangeli, algunos de los imperios del confort en los que poder deleitarse en pareja realizando las siguientes actividades:

Tu villa

Cada uno de estos resorts ofrece diferentes villas a elegir en función del número de personas que viajéis, las comodidades o la ubicación dentro del propio atolón. Desde la Beach Villa de OBLU, construida entre la tierra y el océano, hasta las 75 villas que ofrece Baros Maldives, celebrar tu luna de miel en Maldivas supone todo un deleite para los sentidos.

Cenar en un dhoni

La embarcación típica de los pescadores de Maldivas se llama dhoni y es el principal lienzo en el que se acondiciona el restaurante Ba’Theli, la gran atracción del resort Milaidhoo y perfecto lugar en el que sucumbir a sabores exóticos mientras el atardecer convierte esta en la cena más especial de vuestra vida.

Sandbank

¿Alguna vez soñaste con encontrarte con esa persona amada en mitad del océano y tan solo rodeados de arena? Pues despierta, porque el sandbank de Baros Maldives os espera para disfrutar de la experiencia definitiva alejados por completo del mundo y sus tensiones. Pura meditación romántica.

Perderos en la naturaleza

Avistar mantarrayas en los arrecifes, caminar descalzos en mitad de la selva, compartir la intimidad de una piscina que se confunde con el mar… Maldivas es un lugar de cuento que dibuja todas esas opciones románticas que una vez imaginasteis.

O quizás todo lo anterior no sea suficiente y necesitéis celebrar vuestra boda en Maldivas.

Todo es posible.

¿Te gustaría viajar a Sri Lanka y Maldivas?