Avistar tortugas en Sri Lanka es uno de los planes más acertados a nuestro paso por la antigua Ceilán, isla a cuyas costas llegan cinco de las siete especies de tortugas marinas reconocidas.
Escrito por: Alberto Piernas
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Nos encontramos en una playa paradisíaca bajo las estrellas de Sri Lanka y, a lo lejos, una tortuga hembra se abraza a sus huevos tras una larga migración por los mares del mundo. Nuestro primer impulso sería el de aproximarnos y acariciarla, quizás moverla, pero lo cierto es que el trance que sigue uno de los animales más amenazados del mundo bien merece un avistamiento medido, responsable y siempre gestionado por profesionales del ecoturismo.
Cinco de sietes especies de tortugas en Sri Lanka
El turismo sostenible se ha convertido en el principal modo para avistar tortugas en Sri Lanka, país a cuyas costas llegan cinco de las siete especies de tortugas marinas reconocidas hasta ahora: la olivácea (la más pequeña de todas), la verde, la laúd, la carey y la boba.
La presencia de estas especies convierten Sri Lanka en el lugar idóneo para avistar tortugas marinas, animales que pueden llegar a producir hasta 200 huevos durante cada incubación y cuya distribución se extiende, principalmente, en las zonas de Kosgoda, Induruwa y Bentota, al suroeste de Sri Lanka. En esta zona se establecen varios santuarios naturales que acompañan al viajero a espiar a estas moradoras durante su estancia.
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Y es en concreto en Kosgoda donde se encuentra uno de los puntos idóneos para adentrarse en la cultura del que es uno de los animales más longevos del mundo, pudiendo llegar a vivir hasta 200 años.
Protegiendo a las tortugas en Sri Lanka
El Kosgoda Sea Turtle Conservation Project (KSTCP) es el principal epicentro ecológico en lo que respecta al cuidado de las tortugas.
El centro, ubicado en la zona de Kosgoda, es dirigido por Dudley Perera, el último responsable de una familia volcada con la protección de las tortugas marinas desde hace varios años. Perera recluta a voluntarios, aclimata granjas específicas o forma grupos que patrullen las playas por la noche.
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A su vez, Sociedad Geográfica de las Indias, supporter de World Travel Market Responsible Tourism, facilita el acceso a estas visitas de carácter ecoturístico.
Entre los requisitos necesarios para realizar estas excursiones se incluyen la ausencia de ropa fosforescente, ya que esta puede suponer un estímulo negativo para los animales, el uso de cámaras con flash, la total ausencia de residuos o basura y, especialmente, mantener una distancia respetuosa respecto a las tortugas sin atreverse a moverlas.
El avistamiento de tortugas en Sri Lanka se convierte de esta forma en un complemento ideal a nuestro paso por esas idílicas playas en las que una sesión de buceo o snorkel, la posibilidad de avistar a los también famosos pescadores zancudos, o disfrutar del atardecer oriental convierten cualquier estancia isleña en toda una delicia.
Y es que, por alguna razón, Marco Polo nombró a la antigua Ceilán la isla más bonita del mundo.
No se equivocó.