Aunque parezca increíble fue un ruso, Boris Nikolayevich Lissanevich (Odessa, 1905 – Kathmandú, 1985), el fundador del primer hotel de Nepal. Bailarín de ballet, reputado chef, hotelero, cazador, piloto… Boris Lissanevich abrió Nepal al turismo. El legendario Hotel Royal -hoy su sucesor Yak & Yeti- es parte de su legado.
Escrito por: Pablo Bargueño
El primer hotel de Nepal: ¿cómo llegó un ruso a Kathmandú?
«Le debo todo a la Revolución Rusa», dijo Boris Lissanevich al escritor Michel Peissel, autor de Tiger for breakfast, obra que narra la ajetreada vida de un personaje ya de por sí novelesco. Boris era bailarín del Ballet Russe de Diaghilev cuando estalló la Revolución, de la que fue parte activa pero por poco tiempo. Herido de bala en un muslo, decidió abandonar la futura Unión Soviética. Estableció entonces su sede en Francia, lugar desde donde su fama de gran bailarín fue creciendo. Su arte le granjeó importantes amistades y numerosos viajes por Europa y Asia. Una de sus giras le llevó a India, donde fundó el Club 300 de Calcutta.
Probablemente ese fue el punto de inflexión en la carrera y en la vida del futuro fundador del primer hotel de Nepal. Por el Club 300 se dejaban ver las grandes personalidades de la aristocracia europea e india. Fue allí donde conoció al rey Tribhuban, que se convirtió en su íntimo amigo, hasta el punto de invitarle a la boda de su hijo Mahendra.
El primer hotel de Nepal: el actual Yak & Yeti
El fundador del primer hotel de Nepal llegó a Kathmandú en 1951. Su llegada supuso un antes y un después en el turismo del país. Ese mismo año abrió las puertas el legendario Hotel Royal en uno de los palacios de la dinastía Rana, el Bahadur Bhawan. Sin embargo, Boris era un gran emprendedor pero un pésimo hombre de negocios. Con la apertura en 1977 del Yak & Yeti, sucesor del Hotel Royal, comenzó su declive.
El Yak & Yeti es un hotel de cinco estrellas en el corazón de Kathmandú. Ubicado en los excelsos jardines de un palacio de los Rana de más de 100 años de antigüedad, combina a la perfección la sofisticación contemporánea con el rico patrimonio de Nepal, visible en algunas de sus ventanas talladas a mano.
El primer hotel de Nepal: gastronomía rusa en The Chimney
Boris fundó el restaurante The Chimney en el seno del Hotel Royal. Fue aquí donde se comenzó a forjar la leyenda de su famosa hospitalidad, y de paso, su pericia entre fogones. En los años 50, para llegar a The Chimney los clientes tenían que recorrer callejones de tierra que serpenteaban entre las casas del corazón de Katmandú…
Actualmente The Chimney es un sofisticado restaurante dentro del Yak & Yeti, donde los comensales pueden deleitarse con delicias de la cocina nepalí. Pero el sello de Boris Lissanevich sigue presente en la espectacular chimenea artesanal, abierta, de cobre y con techos abovedados. Como no, junto al sabor de sus recetas originales: su famoso Borstch, el Bekti ahumado, el Pollo a la Kiev y el Baked Alaska.
Boris Lissanevich falleció a los 80 años. Siguiendo su deseo, fue enterrado en el cementerio británico, en Katmandú. Era su hogar, y en cierta medida, la capital de Nepal era su hija predilecta.