Pasado el medio día me instalo en el hotel de playa antes de realizar el safari en el Parque Nacional de Yala esperando que el sol baje la intensidad y los animales se animen a buscar las zonas de agua y se dejen observar.
Viene de: Fábrica de té en Sri Lanka (11ª parte)
Safari en el Parque Nacional de Yala antes de llegar a Galle
Efectivamente el Parque Nacional de Yala me proporciona 3 horas de emocionante avistamiento de elefantes tomando un baño en ríos o lagos; logro ver el gallito dorado, el ave que representa a Sri Lanka, parecido a un gallo Kiko nuestro pero de color dorado y azul como el de los pavos reales que también se dejan ver durante todo el recorrido.
Hay en el parque muchos búfalos con crías al igual que dos tipos de monos, grises y cara blanca, cocodrilos, osos (que no vi, sólo percibimos su presencia en el lugar por los restos de su más reciente cacería), martejas, lagartos grandes y negros y más monos.
Las formaciones rocosas del parque son muy interesantes por las formas que han adquirido con el tiempo representando figuras incluso humanas.
Tras el safari en el Parque Nacional de Yala, el martes 28 de marzo ya me ubico con el nuevo recorrido de hoy mucho más al sur de Sri Lanka bordeando la costa rumbo a una de las ciudades más importantes de esta zona: Galle. Esta ciudad tiene un fuerte inglés como atractivo y dentro del fuerte las personas han mantenido las viejas construcciones estilo Cartagena de Indias, como lugares para posadas, restaurantes o ventas de vestidos, joyas, artesanías. Es como un inmenso centro comercial dentro de las murallas. Las casas de colores amarillos, marrones, ocres y blancas, con balcones y puertas en madera labrada de estilo colonial hacen de este lugar un mágico encuentro con la historia, por eso resaltan las iglesias estilo gótico, los museos que exhiben armas y utensilios de la época en que los ingleses tenían a este puerto como lugar estratégico de defensa ante cualquier invasión.
En el camino a Galle es fácil perder la imaginación con la variedad de paisaje, plantaciones de arroz, cocos, caucho que dan idea de cómo era el comercio y la producción en esos años de colonización extranjera. Abundan las ventas de leche y queso de búfalo a un precio irrisorio, menos de un dólar un tazón que bien tiene dos libras de esta deliciosa cuajada que se consume con miel de palma (palma que se desangra como el caucho y esa es la miel) o miel de abejas o de caña.
En esta zona es común ver a los hombres vistiendo falda que llaman Sarron. La utilizan para estar cómodos en casa o para laborar en el campo. Los niños la usan los domingos para ir al templo.
Paso la tarde tomando un baño de mar en las cálidas aguas de la playa privada del hotel donde me hospedo.
Continúa: Colombo, Sri Lanka y su capital (13ª parte)
*Piedad Santos Gómez es una viajera colombiana que, de la mano de Sociedad Geográfica de las Indias, ha recorrido ya grandes países como India (Norte y Sur), Dubái o Sri Lanka. En sus relatos describe tanto los aspectos prácticos del país que visita, como todas sus experiencias vividas en el viaje.