Hombre en el reflejo del Taj Mahal. © Steve MuCurry
Si te dispones a viajar a India por primera vez, posiblemente no sepas por dónde empezar. Por ese motivo, te sugerimos qué hacer en el Triángulo de Oro de India, ruta formada por las ciudades de Delhi, Agra y Jaipur e ideal para iniciarse en el país de la magia y los maharajás.
Escrito por Alberto Piernas
Patrika Gate de Jawahar Circle, en Jaipur. © Jaipur Beat
Antiguos palacios habitados por maharajás, ciudades bulliciosas de nuevos aromas y colores o mausoleos erigidos por amor. El famoso Triángulo de Oro de India lleva décadas atrayendo a todos aquellos viajeros que no se atreven a dar el salto al subcontinente indio. Una ruta llena de leyendas y magia a la que se asoman alguno de los patrimonios más espectaculares de India.
A continuación te mostramos 16 experiencias únicas que hay que hacer en el Triángulo de Oro de India.
1) Recorrer Old Delhi en rickshaw
Delhi es una ciudad vibrante y la primera de cualquier incursión en el Triángulo de Oro. Un mosaico de influencias que encuentra en Old Delhi, su barrio más antiguo, la perfecta galería de personajes y experiencias a disfrutar desde un típico auto-rickshaw. A medida que te pierdas por las calles no solo podrás ver a los transeúntes o los magos, ese tren que pasa o una vaca ornamentada, sino también los montones de fruta, especias o telas que conforman el ambiente de Chandni Chowk, uno de los grandes mercados de India. El mejor lugar desde el que aproximarse a una Delhi rojiza y monumental entre cuyas atracciones destaca la cercana Jama Masjid, considerada como la mayor mezquita de toda India.
2) Comer en un templo Sij
Los conocidos como «gurudwara» son templos pertenecientes a la religión Sij en los cuales se elaboran grandes cantidades de comida para todos los asistentes sin importar su etnia, género o procedencia. Una buena forma de sumergirse en un mundo místico y nuevo donde, a pesar de la larga cola, merece la pena comer un buen thali a base de puré de patata o lentejas rojas sentado en el suelo de mármol junto a otros muchos visitantes y devotos. Una experiencia cósmica en pleno centro urbano de Nueva Delhi, el mejor lugar para entrar en Gurudwara Sahib y sucumbir a una nueva experiencia de la mano de Sociedad Geográfica de las Indias.
3) Sumergirse en la India monumental
Espejo de un país entero, en Delhi se aglutinan algunos de los lugares más fascinantes: además de la mencionada Jama Masjid no puedes perderte una visita al contemplativo Templo del Loto seguido de una jornada entre comida callejera y atardeceres envolviendo la famosa Puerta de India al final de Rajpath, la avenida más monumental de toda la ciudad. Tampoco desperdicies la posibilidad de elevar la vista hacia el Qutab Minar, el minar más alto del mundo o, especialmente, la Tumba de Humayun, lugar donde fue enterrado el segundo emperador mogol y primer boceto de cierto famoso monumento…
4) Enamorarse en el Taj Mahal
Todos los lugares y experiencias del Triángulo de Oro se inclinan en torno a su gran estrella: un Taj Mahal que resplandece junto al río Yamuna en la ciudad de Agra. Desde la entrada por ese umbral acariciado por el amanecer, la percepción de encontrarnos en un lugar alejado de la realidad es más que palpable, especialmente cuando sabemos que este mausoleo fue erigido en el siglo XVII por el príncipe Sha Jahan en honor de su esposa fallecida Mumtaz Mahal. Proezas románticas como ya no se ven y que dejan como herencia esas cúpulas de ensueño y detalles ornamentales únicos que evocan el puro encanto de «Las mil y una noches».
5) Descubrir los secretos del Fuerte Rojo
Considerada como la mayor fortaleza de India, el Fuerte Rojo es otro de los grandes obligados en tu ruta por el Triángulo de Oro. Construido por el emperador Akbar, padre de Sha Jahan, artífice del Taj Mahal, este complejo esculpido en arenisca roja abarca un conjunto de palacios, harenes y jardines custodiados por Amar Singh, la enorme puerta de entrada que ya de por sí supone un imponente ejemplo de este Patrimonio de la Humanidad.
6) Convivir en una aldea rural
Uno de los grandes hallazgos viajeros de India reside en el contacto con sus gentes, personas espirituales y sonrientes cuyas costumbres son totalmente diferentes a las de Occidente. Y uno de los mejores escenarios en los que poder disfrutar de esta experiencia queda a pocos kilómetros de Agra, concretamente en una aldea típica donde podrás tomar un té junto a una familia local en un porche donde los niños corretean y alguien pinta un gigante rangoli en el suelo. Si además viajas a este lugar durante fiestas como el Holi o Diwali, la magia está asegurada.
7) Alzar la vista hacia Fatehpur Sikri
A 43 kilómetros de Agra, la presencia de unas escaleras marcan el ascenso hasta Buland Darwaza, el umbral más alto del mundo con 53 metros de alto y entrada a una antigua ciudad amurallada de Fatehpur Sikri convertida en uno de los grandes iconos del Triángulo de Oro. Construida a finales del siglo XVI en honor al gurú sufí Salin Chisti, esta ciudad amurallada es uno de los mejores exponentes de la arquitectura indo-musulmana impulsada por los mogoles y que tanto inspiraría a otras futuras construcciones del norte de India. Desde diferentes pabellones hasta su flamante Panch Mahal, Fatehpur Sikri se convierte en una visita obligada a tu paso por la zona.
8) Disfrutar de las mejores vistas
En el Triángulo de Oro podrás encontrar algunos de los hoteles de lujo más impresionantes de India, muchos de ellos antiguos palacios de maharajás reconvertidos en imperios del placer y el buen gusto. Si al trato exquisito, los tratamientos de spa, los menús gourmet o las experiencias personalizadas añadimos vistas como las del Oberoi Amaravilas, justo frente al Taj Mahal, la sensación de estar soñando despiertos se confirma bajo un cielo de mil estrellas.
9) Asomarse a Chand Baori
La arquitectura de India es de las más singulares del mundo: templos de colores, mausoleos fastuosos… o pozos escalonados como Chand Baori. Ubicado en el pueblo de Abhaneri, en plena ruta entre Agra y Jaipur, este monumento de 3 mil escalones en torno a una alberca representa el despliegue cultural de unos antiguos pueblos indios que utilizaban estos lugares como espacio de culto, fiesta y abastecimiento. Tan hipnótico que hasta el propio artista Escher pareció haberlo soñado.
10) Maravillarse con el encanto rosa de Jaipur
Existe más de una leyenda en torno al origen de una ciudad de Jaipur pintada entera de color rosa. Un ápice que, sumado a su encanto histórico y elegancia digna de maharajás, convierte este destino de Rajastán en todo un deleite para los sentidos. Escucha los suspiros de antiguas doncellas colándose por las mil ventanas del Palacio de los Vientos, descubre los secretos y matices del City Palace o toma esa fotografía digna de cientos de likes en el lugar indio de moda, el Jawahar Circle.
11) Acudir a un cine Bollywood
Bollywood es la industria cinematográfica más productiva del mundo con miles de películas haciendo bailar, cantar y enamorarse al público. Una experiencia en sí misma que podréis disfrutar en el Raj Mandir Cinema, uno de los cines más famosos de India desde su inauguración en 1973 y escenario ideal para sumergirse en un ambiente puramente hindú con toques retro. Sin duda, una de las cosas más curiosas que hacer en el Triángulo de Oro.
12) Comprar ropa a medida en los mercados de Jaipur
Jaipur es una ciudad famosa por muchas cosas, y una de ellas es su oferta textil. Mercados y sastrerías se despliegan por toda la ciudad ofreciendo productos de todo tipo, siendo la seda el elemento estrella a la hora de atraer a los visitantes. Si quieres comprar ropa a medida, en las sastrerías de Jaipur podrás encargar un sari, camisa o vestido a tu medida y en menos de 24 horas podrás recibirlo en tu habitación de hotel. La mejor forma de renovar el armario de una forma tan original como personalizada.
13) Clases de cocina india
La cocina india es una de las más sabrosas del mundo, especialmente para los viajeros vegetarianos. Degustar un rico dhal de lentejas y arroz con pan chapati, pollo tandoori recién extraído de un horno de arcilla o sus ricos arroces son solo algunos de los manjares que podrás hacer en el Triángulo de Oro, si bien saber cocinarlos reinventará por completo tu experiencia. En un país donde la cultura de cocinar tu propia comida supone un ejercicio sensorial, la posibilidad de dar clases de cocina india en Jaipur se convierte en la forma más original de introducirse en sus gentes y sabores.
14) El encanto del Fuerte de Amber
Inaugurado en 1592, el Fuerte de Amber fue concebido como un palacio encerrado por la muralla de Amber a 11 kilómetros de Jaipur. Siglos después, el esplendor de este complejo se mantiene intacto gracias a sus jardines exóticos, su colección de espejos o los enormes ventanales de celosía a los que las doncellas se asomaban sin ser vistas. Un lugar de magia y misterio entre cuyas atracciones destaca la inmejorable vista de toda la ciudad de Jaipur. Otra de las opciones consiste en realizar una ruta de trekking previa a fin de conocer los matices de este rincón antes de toparse con su encanto palaciego.
15) ¿Y si recorremos el Triángulo de Oro en un tren de lujo?
Hace no tantos años, los británicos y los maharajás circulaban por India en grandes trenes donde contaban con manjares de los cinco continentes, un bar donde compartir experiencias viajeras y camas mullidas desde las que contemplar los patrimonios del Triángulo de Oro. Una experiencia congelada en el tiempo y trasladada a nuestros días a través de The Deccan Odissey, el considerado como Mejor Tren de Lujo de Asia y perfecta opción a la hora de recorrer todos los contrastes del corazón de India sin renunciar a un trato exquisito o la posibilidad de conocer los diferentes lugares de interés.
16) Extensión a Varanasi
Si bien el Triángulo de Oro configura uno de los grandes atractivos durante cualquier viaje a India, este combo cultural siempre puede acompañarse de una extensión a otros lugares cercanos como, por ejemplo, ciudades de Rajastán como la azul Jodhpur o la monumental Udaipur o, especialmente, Varanasi. Considerada como la mejor embajadora de esa India mágica y espiritual, la antigua Benarés supone la línea entre el mundo de los humanos y los dioses, siendo los famosos ghats, o escalones, asomados al río Ganges el perfecto umbral para zambullirse en un nuevo mundo.
¿Te gustaría conocer el Triángulo de Oro durante tu viaje a India?