En cada uno de nuestros viajes nos gusta que este aporta ese «algo» diferente a otros países visitados. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando lugares como India cuenta con un mundo «literal» de posibilidades? Bienvenidos a un Big Ben exótico, un pedazo de la Costa Azul con aroma a massala o el próximo Angkor Wat. A esos lugares de India… que no parecen India.
Escrito por: Alberto Piernas
¿Rajabai Clock Tower…o el Big Ben?
Es indudable que la cultura británica ha tenido una gran influencia en India, especialmente cuando el Raj pasó casi cien años en la tierra del curry. Un episodio que inspiró edificios como el Rajabai Clock Tower, prima hermana tropical del Big Ben de Londres la cual fue finalizada en 1878. ¿Su objetivo? Convertirse en el principal orgullo de la Universidad de Mumbai y, en concreto, del Conjunto Victoriano y Art Déco de Mumbai, el cual fue designado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2018.
¿Kerala… o el Delta del Mekong?
Cuando pensamos en Asia, las palmeras, ríos místicos y tropicalismo son algunos de los primeros conceptos que se nos vienen a la cabeza. Sin embargo, cuando se trata de sumergirse en las «Venecias naturales» de Oriente, los dos mejores ejemplos son los backwaters de Kerala, en India del Sur, y el Delta del Mekong, al sur de Vietnam. Dos espacios caracterizados por un conjunto de canales, marismas y ríos perdidos entre una vegetación apasionante de chocitas de palma, arrozales secretos y cocoteros a los que se encaraman hombres descalzos. No obstante, si quieres dormir en un barco arrocero típico, Kerala es más recomendable mientras que el delta invita a viajar río abajo durante un período más corto.
Encuentra las 7 diferencias entre Jodhpur y Chefchaouen
Cuando se trata de encontrar los dos lugares más azules del mundo más allá de, claro, el océano, las dos opciones que siempre se dibujan en cualquier mapa se dividen entre el pueblo de Chefchaouen, al norte de Marruecos, y la ensoñadora Jodhpur, en el estado indio de Rajastán. Dos paraísos cromáticos donde el color azul se esparce entre paredes y puertas, terrazas y fuentes, dando pie a un espacio singular que, en el caso de Jodhpur, se complementa con la presencia del imponente Mehrangarh Fort, complejo erigido en honor al dios Sol a 125 metros de altura sobre la ciudad. El mejor mirador desde el que contemplar esa mancha azul en mitad de un desierto árido.
Pondicherry… ¿O Niza?
En cierto lugar de India del Sur, bulevares de colores invitan a tomar la bicicleta, en los desayunos no faltan croissants y los jardines mediterráneos se dejan envolver por nubes de buganvilla. Pero espera: ¿Mediterráneo? Sí, sí. De hecho, Pondicherry evoca el encanto de un país francés que durante años encontró en este pueblecito a su mejor colonia. Un ejemplo de fusión perfecto en el que destacan comparaciones inevitables como la de Notre Dame des Anges, construida en Pondicherry en 1855, y la Notre Dame de l’Assomption de la famosa ciudad de Niza, terminada 10 años después en la gran joya de la Costa Azul francesa.
Hampi es la nueva Angkor Wat
Gran parte de los países asiáticos cuentan con esa antigua ciudad que una vez ejerció de capital inspirando el esplendor de antiguas culturas. Y en el caso de India, esta es sin duda Hampi, un conjunto de hasta 350 templos erigidos entre los siglos XIV y XVI por el imperio Vijayanagara. Descrita como «grandiosa» por los muchos viajeros que la visitaron durante su estatus como segunda ciudad más grande del mundo (solo tras Pekín), Hampi aún evoca el potencial de un estado de Karnataka que recién despierta al gran público y cuya pieza angular recuerda, indudablemente, al más masificado Angkor Wat de Camboya, también de influencia hindú.
¡Háblame de arrozales!
En el estado de Uttarakhand, en India del Norte, existe un pueblo llamado Chamba convertido en uno de esos lugares de retiro irresistibles aún desconocidos por el gran público. Un enclave que se desparrama sobre una colina que despliega (casi) infinitas terrazas de arroz apenas conquistadas por aquellos instagrammers enamorados de las plantaciones de arroz de Luzón, en Filipinas, o especialmente las de Ubud, en Bali.
El triunfo, según Oriente y Occidente
La influencia colonial que ha recibido India durante años encuentra en su famosa Puerta de India otro de sus mejores exponentes. Construido en el conocido como Rajpath, la avenida real de New Delhi que alberga gran parte de las marchas y celebraciones nacionales, el India Gate fue construido entre 1921 y 1931 con el objetivo de conmemorar a todos los soldados indios que fallecieron combatiendo en la Primera Guerra Mundial. Un icono que bebe de diferentes inspiraciones, siendo el Arco del Triunfo de París la más obvia de todas.
¿A cuál de estos lugares de gustaría viajar durante tu viaje a India?