Durante estos días de aislamiento, contamos con más tiempo para pensar y, por ende, para reflexionar acerca de nuestro futuro, incluyendo esos próximos viajes. Estas lecciones del COVID-19 nos ayudan a tomar impulso.
Escrito por: Alberto Piernas
Pasa un día, y otro. Y otro. La cuarentena se expande por todo el mundo en unos días en los que el impacto del COVID-19 alcanza 178 países del mundo. Una situación delicada que nos obliga a permanecer más tiempo en casa, desplegando un sinfín de opciones: desde clases de yoga hasta maratones de películas, nuevas recetas que aprender pero, especialmente, más tiempo para la reflexión. Y esta, en concreto, también abarca el mundo de los viajes. Porque al igual que otros muchos sectores, el coronavirus arroja nuevos cambios y, con ellos, necesarios hábitos.
Estas son las reflexiones que, desde Sociedad Geográfica de las Indias, hemos extraído a fin de potenciar nuestras próximas aventuras:
Mayor higiene
Durante la crisis del COVID-19, acciones como lavarse las manos o usar mascarillas se han convertido en nuestro pan de día, en la mejor medida para evitar el contagio. Esta realidad no solo se percibe en la situación actual, sino también en la futura, ya que aprenderemos a tener en cuenta todos los aspectos de higiene que envuelven cualquier viaje. De hecho, hace años observábamos a ciertos turistas japoneses portando máscara, tomándolo como un gesto snob y alarmista. Damos por hecho que, todo aquel viajero que se disponga a visitar un nuevo destino y esté atravesando una gripe o constipado, hará uso de su mascarilla para evitar contagiarlo. De hecho, en Sociedad Geográfica de las Indias ya hemos mejorado nuestra bienvenida en los destinos, incluyendo ahora también en el Welcome Kit:
- Un par de guantes para cada viajero para cada día.
- Una máscara (de las buenas) para cada 10 días de estancia en India.
- El gel bactericida ya está incluido en el welcome kit (una botellita por persona), además de los tissues (en el coche).
Cooperación entre culturas y países
Cuando el COVID-19 irrumpió en China el pasado mes de diciembre y alcanzó su situación más crítica en enero, muchas personas alrededor del mundo confundieron prevención con racismo. Semanas después, el virus se ha expandido a través 180 países (de los 194 reconocidos que existen actualmente), cambiando las tornas e incitando a reflexionar sobre una situación que, en lugar de alejarnos, sirve para unirnos aún más.
Un respiro para la naturaleza durante el COVID-19
Madrid amanecía con pavos reales en las calles, Mumbai con delfines y Japón con ciervos paseando por las calles de las ciudades. El universo es sabio, y la naturaleza ha exhalado esa llamada de socorro que el planeta llevaba años necesitando, especialmente en un momento de lucha intensificada contra el cambio climático. Existen cientos, incluso miles de agentes que fomentan prácticas que ahogan el medio ambiente, siendo la situación actual una lección de humildad y, especialmente, de respiro para los grandes ecosistemas del planeta. Aprender a valorar este aspecto esencial a la hora de viajar, interactuar con animales y rechazar diferentes iniciativas serán clave en el futuro.
Vigilar lo que comemos
Tras el máximo de contagios alcanzado en China por el COVID-19, el país oriental prohibió de forma inmediata el comercio de animales salvajes destinados al consumo, especialmente desde que se confirmó la existencia de un animal «puente» del virus aún por confirmar. Un ejemplo más del cuidado en la gastronomía cuando viajamos, si bien en Sociedad Geográfica de las Indias siempre apostamos por los mejores restaurantes.
La importancia de la sanidad (y de un seguro de viaje)
Pocas situaciones como la del coronavirus actual nos ha llevado a valorar tanto la necesidad de un despliegue médico en situaciones críticas. Pero también, los beneficios de contar con la mejor asistencia cuando viajamos, no solo por la posibilidad de nuevas pandemias, sino por los problemas de salud que puedan surgir durante un viaje en un destino en el que quedes aislado.
Tiempo para pensar
Pintar, leer… Reflexionar. La vida, especialmente en Occidente, nos incitaba durante los últimos años a ser rápidos e instantáneos, sin apenas tiempo para pensar en nosotros mismos y aquello que necesitábamos. Durante el confinamiento, los seres humanos nos hemos visto obligados a reorganizar nuestra rutina e invertir el tiempo en todas aquellas actividades o proyectos que habíamos dejado a un lado: desde cursos hasta escribir un libro, dedicarse a las plantas o fomentar nuevos lazos a través de Skype con viejos amigos. Es tiempo de resetear.
Seguir soñando
Precisamente, todo este tiempo nos permite replantearnos también todos esos planes que quedaron en el camino. Recurrir a la imaginación y la creatividad pero, especialmente, la paciencia, se convierte en nuestro principal pasatiempo cuando se trata de acumular sueños y, por supuesto, cumplirlos cuando todo esto pase y ese esperado viaje a India suceda.
¿Qué beneficios crees que está aportando este episodio de nuestra historia a la humanidad, a ti mismo?