La isla de Sri Lanka supone un paraíso a disfrutar con los cinco sentidos, como mínimo. Sin embargo, seguro que aún no habías explorado Jaffna, la desconocida zona del norte de la antigua Ceilán. Te contamos qué ver en Jaffna.
Escrito por: Alberto Piernas
La etnia tamil siempre fue la predominante en Jaffna, capital del distrito norte de Sri Lanka. Por ese motivo, esta tierra de cocoteros fragantes y templos de colores se convertiría en el principal escenario de la guerra civil entre el grupo de los tigres tamiles y el resto del gobierno. Una contienda que duró 26 años traducidos en una desolación que hoy aporta más perspectivas que nunca.
Trece años después, Jaffna renace como el paraíso que una vez fue: una tierra inhóspita pero amable, donde los locales saborean el mejor mango del mundo mientras el océano hace el amor con islas de pescadores errantes. Te descubrimos qué ver en Jaffna, zona a la que puedes acceder en tren desde Colombo, la capital de Sri Lanka.
Nallur Kovil
Ubicado en Nallur, un suburbio de la ciudad de Jaffna, este templo alberga a miles de peregrinos llegados de todo el país durante los 365 días del año. El Nallur Temple se sostiene sobre una estructura en forma de arco dorado con su gopuram (o entrada monumental de los templos hindúes) como principal atracción. Construido durante el gobierno de los reyes tamiles, Nallur Kovil se ha consolidado con el tiempo como uno de los lugares más plurales de Sri Lanka, ya que a pesar de su condición hindú acoge eventos y festivales de todas las religiones.
Neduntheevu
Un caballo salvaje trota libremente por una pradera erosionada, las olas parecen revelar mensajes de antiguos dioses y villas tranquilas amanecen con las mejores vistas. Neduntheevu, conocida también bajo el nombre holandés de «Delft«, es una isla situada en el estrecho de Palk y perfecto caleidoscopio para explorar el pasado de Jaffna. Un paraje semiárido de árboles de papaya y plataneras donde aún yacen los restos de templos milenarios de la dinastía Chola (típica de India del Sur), además de las ruinas de su fuerte holandés, o la Torre de la Reina, un antiguo faro erigido por los británicos.
Jaffna Fort
Antes de adentrarse en la ciudad de Jaffna, recomendamos perderse por los susurros que aún se escuchan en su fuerte. Construido por los portugueses en 1618 bajo las ordenes de Filipe de Oliveira, Jaffna Fort fue escenario de diferentes enfrentamientos durante la Guerra Civil de Sri Lanka. Hoy este laberinto en forma de estrella se revela como un viaje en el tiempo cuyo perfecto clímax supone relajarse al atardecer mientras contemplas la puesta de sol.
Ciudad de Jaffna
La ciudad de Jaffna se consolida hoy como un mosaico de influencias, tan inspirado por su fuerte pulso étnico como su pasado colonial. Basta con recorrer la Librería de Jaffna, abierta en 1959, para admirar su encanto indo-saracénico y apreciar su importancia en la ciudad. De aquí enlazamos con el Mercado de Jaffna, tan colmado de acuarelas formadas de frutas y vegetales de todo tipo, hasta visitar el Palacio Real. La guerra civil destruyó algunos edificios cuya reforma hoy dan paso a calles acogedoras y cálidas, ideales de recorrer mientras saboreamos una porción de mango con chili, una de las recetas de street food más típicas de este rincón de Sri Lanka.
Casuarina Beach
En la zona de Karainagar, a 20 km de la ciudad de Jaffna, encontramos la playa más famosa de la península: Casuarina Beach, una ensenada de arena blanca cuyo nombre hace alusión a los árboles «casoorina» que salpican toda la playa. Un rincón tranquilo y relajado, cuya amplitud invita a dar un paseo bordeando la costa o bien tumbarse bajo una sombrilla de palma y pasar el día en este agreste escenario.
Dambakola Patuna
Cuentan que tras la llegada del budismo a Sri Lanka en el 250 a.c. a través del monje Mihindu, su hermana Sanghamitta llegó con una parte del árbol bodhi sagrado, el cual sería dividido en ocho porciones plantadas por diferentes lugares de la isla. Esta visita tan especial convierten Dambakola en uno de los lugares más históricos de Jaffna, ideal para dar un paseo, visitar el templo y recrearse en este momento crucial del pasado del país.
Kadurugoda Temple
Si te preguntas qué ver en Jaffna durante una primera visita, una de sus imágenes más características nos transporta a un conjunto de «hongos» de piedra bajo un tapiz de palmeras. La respuesta a este enigmático lugar es Kadurugoda Viharaya, un conjunto de estupas budistas situado en el pueblo de Kandarodai. Según la leyenda, este fue otro de los lugares donde fue plantado un extracto de árbol bodhi, aprovechando la ubicación en la carretera que conecta el norte de Sri Lanka con la ciudad sagrada de Anuradhapura. Actualmente existen hasta 20 estupas donde poder respirar los ecos de la historia.
Visitar Jaffna supone una de las mejores experiencias si te decides a visitar el país del té, los elefantes y la magia budista. Suma Jaffna a tu viaje a Sri Lanka con Sociedad Geográfica de las Indias.