Hablemos de los puentes de raíces vivas de Meghalaya

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Puentes de raíces vivas de Meghalaya

Puentes de raíces vivas de Nongriat, el más famoso del estado de Meghalaya. © Wikipedia Commons



La naturaleza es la mejor arquitecta cuando se trata de construir nuevos refugios, hogares y sí, hasta puentes. Aprovechando su reciente candidatura a Patrimonio de la Humanidad, cruzamos con sigilo los fascinantes puentes de raíces vivas de Meghalaya, en India.

Escrito por: Alberto Piernas

Puentes de raíces de Meghalaya

Los puentes de raíces vivas de Meghalaya es una lección de sostenibilidad única. ©Wikipedia Commons

Agujeros en los árboles a modo de nido, telarañas de mil colores o viviendas fabricadas con ramas por los castores. A lo largo y ancho del mundo comprobamos que la naturaleza supone el mejor soporte a la hora de crear nuevos hábitats y convertir el planeta en un lugar menos hóstil y más sostenible. Sin embargo, pocos ejemplos se comparan a los puentes de raíces vivientes de Meghalaya, estado al este de India y uno de los más pintorescos para todo viajero que busque una aventura fuera de los circuitos turísticos tradicionales. ¡Tiembla diseño biofílico!

El encanto de los puentes de raíces vivas de Meghalaya

La tribu Khasi de Meghalaya

El interior de los puentes se rellena de muchas formas. En este caso se facilita el acceso a través trozos de madera, un material muy abundante en esta zona de Meghalaya. ©Wikipedia Commons

Al caminar por los bosques de Meghalaya, especialmente en el área de East Kashi Hills, las mariposas y setas salvajes se abren a nuestro paso. De las palmeras brotan aves tropicales y el lejano murmullo de un río nos revela que estamos cerca de una creación majestuosa. Avanzamos envueltos en los susurros de la madre naturaleza y sus ancestrales diosas, hasta que allí lo vemos. Conocido en la lengua local como jing kieng iri, el puentes de raíces vivas del poblado de Nongriat supone lo más cercano a un espejismo.

Las exclusivas condiciones climáticas de esta zona del mundo permiten el crecimiento del árbol conocido como Ficus elastica, cuyas raíces voladoras son conducidas por la tribu Kashi hasta crear grandes estructuras. Los puentes de raíces vivas de Meghalaya son una metáfora de la resiliencia y germen de un modelo socio-ecológico de lo más inspirador, ya que nace del propio vínculo de los Kashi con su entorno.

Pero la esencia de esta especial relación va más allá: las diferentes etnias Kashi no solo crean una división coherente de su espacio (ahí tenemos sus manglares sagrados), sino que su visión de la naturaleza forma parte del legado a las nuevas generaciones.

¿Cómo se crean los puentes de raíces vivas?

Jóvenes Kashi construyendo un nuevo puente de raíces en Rangthylliang. ©Wikipedia Commons

¿Reconoces cuando has incluido un tutor o palo de coco en plantas como el poto para guiar la planta a través de las paredes? Pues algo similar ocurre con los puentes de raíces vivas de Meghalaya.

Desde tiempos inmemoriales, la etnia Kashi ha crecido en torno a los árboles de Ficus elastica, cercanos al cauce de los ríos y arroyos. Tras esperar entre 15 y 30 años para que las raíces crezcan y se fortalezcan, los artesanos retuercen los filamentos y los combinan entre sí a través de un proceso conocido como inosculación. Otra alternativa consiste en guiar las raíces jóvenes a través de los huecos en los troncos de las palmas de nuez de Areca.  Al tratarse de árboles que se anclan bien en pendientes rocosas, no es complicado guiar sus raíces hacia las riberas de los ríos.

A la hora de dar forma a la estructura, los nativos suelen «construir» los puentes de formas diferentes. En ocasiones utilizan andamios de madera o bambú, materiales que abundan en este rincón de India. Otras, realizan el entrelazado de forma manual. El truco para asegurar la pervivencia del puente consiste en mantener sano el árbol, motivo por el que estas estructuras pueden resistir unos pocos años o incluso más de un siglo.

 

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Con 50 metros de longitud, el ejemplo de puente de raíces vivientes más largo es el de la ciudad de Kashi, en Pynursia, zona a la que podemos acceder desde las aldeas de Mawkyrnot o Rangthyllians. Otro referente lo encontramos en el Double Decker del mencionado poblado de Nongriat, posiblemente el más famoso de todos. En cualquier caso, los puentes son tan solo una muestra del buenhacer de los war kashis y war jaintias a la hora de manipular estas raíces. En lugares como la aldea de Kudeng Rim, en West Jaintia Hills, las ramas de un árbol de caucho incluso se han redirigido hacia un campo de fútbol a modo de gradas.

A finales de marzo de 2022, la India confirmaba la candidatura de los puentes de raíces vivas de Meghalaya en la lista tentativa de Patrimonios de la Unesco. Según Morningstar Khongthaw, quien con tan solo 23 años es el fundador de Living Bridges Foundation, el objetivo va más allá de un simple reconocimiento sino de continuar perpetrando esta tradición como tributo a los ancestros.

La naturaleza se abre camino y Meghalaya supone el mejor escenario donde descubrir los milagros de un medio que siempre fue el mejor arquitecto. Descubre el encanto de estos puentes de cuento durante tu próximo viaje a India.

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