Si buscas darte un chapuzón alternativo, las siguientes piscinas naturales de Sri Lanka encierran nuevos y refrescantes paraísos.
Escrito por: Alberto Piernas
Mejores piscinas naturales de Sri Lanka
Si existe un lugar donde poder experimentar todos los encantos de la naturaleza ese es Sri Lanka. La considerada como ‘isla más bonita del mundo’ según Marco Polo es un festín para los sentidos a través de baños de bosque, playas hacia las que se inclinan los cocoteros y sí, también piscinas naturales que se revelan como nuevos secretos. En un mundo donde adentrarse en lo desconocido en busca de baños refrescantes, estas siguientes joyitas azules prometen el mejor atajo al Nirvana.
Diyaluma
En plena naturaleza de las Tierras Altas ceilandesas el sonido del agua revela la presencia de la segunda cascada más alta de Sri Lanka (220 m). Diyaluma es un edén ideal para realizar una excursión desde Nuwara Eliya hasta alcanzar la localidad de Haputale, umbral que invita a tomar dos opciones: bien dejarse llevar entre las pozas o continuar la ruta hasta la cima de la colina durante 2 horas. Si eliges la segunda opción, reserva el baño para el descenso, como la mejor recompensa.
Piscinas naturales de Bambarakanda Falls
¿Te habías quedado con la intriga de saber cuál era la cascada más alta? Buenas noticias: está también cerca de Haputale e incluye una piscina natural en la base. Con una altura de 263 m, la caída de agua más importante de Sri Lanka es visible desde la autopista A4 y se nutre de las aguas que forman el río Kuya Oya. Un remanso de paz ideal para zambullirse en los caprichos de la naturaleza con los pinos como espías y el sonido del agua como hilo conductor.
Rangala Natural Pool
Si te encuentras en la ciudad de Kandy, posiblemente en algún momento escuches la llamada de un vergel donde los verdes y azules se funden. Similar a un lienzo tropical, Rangala Natural Pool es un tesoro natural en el corazón de Sri Lanka protegido por la vegetación y la aldea de Rangala -dios creador de esta piscina natural – en un entorno único. No necesitas ticket para entrar y, ¡cuidado! Porque si no sabes nadar hay una sección que alcanza los 10 metros de profundidad al final del todo.
Piscinas de Thalpe Beach
El agua adquiere formas inexplicables en Sri Lanka, desde cataratas que parecen surgidas de una epopeya tropical hasta piscina naturales color turquesa como esta Thalpe Beach. Este conjunto de piscinas naturales formadas por el mar en la propia roca es uno de los últimos secretos de la costa sur de la isla y se despliega a unos pocos kilómetros de la ciudad de Galle. Lugar predilecto de los locales, en Thalpe encontrarás desde agricultores mojando los cocos para ablandar su piel hasta familias disfrutando del domingo en su propio ‘jacuzzi’ azul.
Patna Sliding Rock
La versión natural de las típicas ‘planchas’ de parque acuático existen y se encuentran en el pequeño pueblo de Deniyaya, en la Tierras Altas. Solo tendrás que recorrer el camino que discurre entre exuberantes plantaciones de té hasta alcanzar este milagro de la naturaleza donde el agua fluye a través de suaves pendientes formando diferentes cascadas con estanque donde poder bañarse. Mientras la roca conocida como Burus Gala vigila las corrientes podrás zambullirte en las pozas sin miedo, ya que cuentan con escasa profundidad y son planas.
Descubre estos pequeños paraísos durante tu próximo viaje a Sri Lanka y experimenta el abrazo de la naturaleza, un chapoteo, la magia de Ganga fluyendo a través del trópico.