En las profundidades del desconocido estado de Arunachal Pradesh brilla Tawang Monastery, o el templo budista más grande y colorido del mundo.
Escrito por: Alberto Piernas
Caudalosos ríos, etnias dispersas entre bosques lluviosos y montañas cuyo beso con el cielo se traduce en nubes. El estado de Arunachal Pradesh, conocido como «el lugar por donde nace el sol», en referencia a su ubicación al noreste de India, es uno de los más recónditos de todo el país. Un oasis natural cuyo patrimonio invita a ser descubierto con los cinco sentidos, como mínimo. Especialmente, cuando hablamos de Tawang Monastery, una de las joyas culturales más secretas de India.
Una oda al color llamada Tawang Monastery
Ubicado a una altitud de 3.000 metros en pleno Valle de Tawang, entre Bután y China, el monasterio homónimo fue fundado en 1680 por Lama Lodre Gyatso, en honor al Quinto Dalai Lama. Tawang Monastery también es conocido como Gadel Namgyal Lhatse (o Divino Paraíso de la Victoria Completa). Su nombre más popular, Tawang, significa «Caballo elegido«, derivado de una leyenda que habla de un caballo perteneciente al fundador y que eligió la ubicación actual del monasterio.
Tawang Monastery se conforma de hasta 63 edificios (o Sha, lugares donde viven los hasta 300 monjes budistas residentes) y su influencia espiritual es tal en la región que también es el Instituto Sociocultural del valle. Un atajo en el tiempo donde sus habitantes aún recogen agua de un pozo y el kakaling, una estructura antigua similar a una cabaña, sirve como acceso al propio monasterio.
Al entrar, nos encontramos con bibliotecas donde se conservan escrituras antiguas, y un patio en la parte trasera que acoge los bailes religiosos conocidos como Cham y otras ceremonias celebradas al aire libre. Además, en uno de los edificios se despliega el Rhum-Khang, área diseñada para cocinar las diversas ofrendas de comida para los rituales.
A pesar de todos estos espacios, el más importante del monasterio es la sala de oración conocida como «Dukhang«. Un edificio de tres pisos ubicado en el lado norte de la corte y cuyas paredes están pintadas con murales de varias deidades y santos. El altar ocupa todo el muro norte de la sala y, a la izquierda, se ubica un cofre de plata envuelto en seda que contiene los Thangkas de la Diosa Sri Devi (Palden Lhamo), la deidad principal del monasterio. Además, encontramos una pintura que llegó a ser conocida como Ja-Droi-Ma, en honor a la calidez de un pájaro cuyos colores también envuelven el gran icono del monasterio: una enorme estatua de Buda que alcanza hasta los 8 metros de altura, lo que la convierte en la más grande de este tipo en todo el mundo.
El monasterio es el perfecto espejo del valle de Tawang, ya que sus habitantes acuden en repetidas ocasiones al templo para ojear libros, realizar ofrendas, reparar artefactos o celebrar festivales como el Torgya, de carácter budista y el cual tiene lugar cada mes de enero.
Sin embargo, uno de los aspectos que más llama la atención del monasterio es su encanto cromático, a juzgar por su interiores de vibrantes frescos, columnas rojas y textiles dorados que cubren gran parte de las áreas. Un corazón cromático cuyas fachadas lucen el amarillo, rojo, azul y blanco tan característicos del budismo, los mandalas susurran desde diferentes rincones y los techos evocan reminiscencias budistas majestuosas.
Sin duda, Tawang Monastery es uno de esos lugares aún secretos que conviene descubrir con tranquilidad. Paso a paso, admirando todos los detalles de un paisaje que conmueve y tirita al son de las lejanas campanas que estremecen el valle.
¿Te gustaría visitar Tawang Monastery durante tu próximo viaje a India?