En tiempos convulsos, la sonrisa siempre sobrevive.
Escrito por: Alberto Piernas
“Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra”.
Charles Chaplin
Cada mañana en Madurai iba a un puestecito de color azul donde una mujer con problemas de sordera vendía te y café. Y aunque yo no hablaba tamil, de alguna forma, siempre nos entendíamos. Le hacía mímica para decirle que quería un cigarro y otro chai. Si se acercaba la vaca que siempre estaba merodeando en busca de comida, ella me indicaba el movimiento para ahuyentarla con amabilidad. Un día quiso decirme algo concreto y un cliente la tradujo. Quería saber de dónde era. Se lo enseñé en el mapa, y ella sonrió. Esa mujer siempre sonreía.
Cuando hablamos de viajar a otros lugares, especialmente aquellos remotos o demasiado desconocidos, existe una aliada infalible que nunca falla: la amabilidad, esa capacidad que todas las personas tenemos para romper barreras y hacernos querer por otras personas tan diferentes (o no) a nosotros. Y cuando hablamos de India y tantos viajes inolvidables, la sonrisa es el recuerda que encripta todos esos encuentros, lugares y emociones.
La sonrisa del niño que camina junto al becerro, de los monjes que leen tu futuro en tu mano tras quemar hojas secas. La sonrisa del vendedor de la esquina, de alguien que no volverás a ver desde lejos. Pero también existen otras sonrisas que no nos pertenecen e iluminan el mundo a través de sus propias historias: lo veo en el grupo de amigos que aquel día se encaramaba a la valla de una terminal del aeropuerto de Delhi para ver los aviones despegar, en las niñas que pintan un kollam con polvo de colores de arroz en su puerta cada Diwali o quien abraza a un perro errante que solo buscaba ser querido.
En Madhu y Minnie, en todas las personas que conocemos existe una aliada que no entiende de política, ni clases sociales, ni color de piel, ni destinos. Quiero pensar que, especialmente en tiempos oscuros, la sonrisa prevalece como un secreto entre las personas. Entre los millones de puntos que burlan los estratos, la corrupción, el ansia de poder o, especialmente, el odio.