Namaste!
Ha costado pero parece que poco a poco estoy aquí en España de nuevo…¡qué remedio! Lo primero es daros las gracias por el maravilloso trabajo que habéis realizado. Nos hemos sentido super arropados en todo momento. Desde la primera que vez que tuve el placer de hablar con Marina para empezar a planear el viaje hasta el aterrizaje de vuelta en Barajas el día 19.
Os contaría tantísimas cosas que al final creo que no os voy a contar casi nada, je! Lo que más me fastidia es que, por mucho que os lo repita, no podréis recibir lo agradecidísimos que os estamos. Habéis conseguido que el viaje de mi vida (el primero, que la India es muy grande!) haya sobrepasado cualquier expectativa que tuviese. Ha sido todo tan fácil dentro de ese maravilloso caos que es la India que no nos ha quedado otra que relajarnos, disfrutar y aprender.
Sobre el equipo sólo deciros que lloré como una cría cuando nos tuvimos que despedir. Misal es un crack, el poquito tiempo que pasamos con él fue aprovechado al máximo. Es muy divertido y ameno. Charlamos sobre un montón de cosas, es adorable. Y en cuanto a Gaurav y Gattu comentaros que han sido nuestras almas gemelas. No sé qué criterios seguís a la hora de elegir guía y conductor para los viajeros, pero os prometo que, en nuestro caso al menos, ni los 33.000.000 de dioses hindúes lo hubieran hecho mejor.
Primero alucinamos con lo profesionales que son, nos cuidaban y mimaban como si fuésemos sus hermanos pequeños. Pendientes de cada detalle, controlando todo de principio a fin. Con Gaurav puedes disfrutar a tope del caótico «tráfico» (¿podemos llamar tráfico a la forma de conducir allí? Je!) Además ponía música chulísima (que nos pasó en un usb, es un sol!) y hacía que los viajes fueran super divertidos. Y con Gajendra («el cuentacuentos» por lo bonito que lo explica todo) el viaje subió a otro nivel. Fue «el padrino» de nuestra boda hindú, ¡qué más podemos pedir! Nos conseguía los mejores sitios para todo, nos mandó una tarta de «recién casados» al hotel en Jaipur, nos aconsejaba sobre todo, sació toda nuestra curiosidad sobre la India, su arte (qué maravillas y qué lloros al llegar al Taj Mahal) y sus costumbres. Y, lo mejor de todo, consiguió que nos riéramos como hacía meses que no lo hacíamos. Llegué a tener agujetas en la tripa (no, lo mío no son abdominales) de lo mucho que me reí la noche del tren. No fue nuestro guía en el viaje, fue nuestro amigo. Junto con la comida, son lo que más estoy echando de menos de la India.
En cuanto a los hoteles no hay palabras. Veo las fotos y aún no me creo que hayamos estado en esos hotelazos. Y lo alucinante de todos ellos es que el edificio en sí no es lo mejor, lo que los hace 5 estrellas es la gente que trabaja allí. El mejor recuerdo lo guardo de The Lalit en Delhi y Trident en Jaipur. Supongo que como pasamos más noches allí, pudimos hacer mejores migas con el staff; eran todos un cielo.
De modo muy personal queríamos agradeceros la organización de la boda. Al final se montó una buena, la familia que nos acogió se portó como si realmente fuera la nuestra. Con deciros que había más gente en la boda hindú que en la que hicimos en Zaragoza. Nos reímos todos muchisímo. Fue realmente bonito.
Hemos hecho un vídeo resumiendo un poco lo vivido en estos 10 días. Espero que os guste, es nuestra manera de dar las gracias por todo lo que hemos recibido.
Gracias de nuevo por todo. Sé que volveremos a la India, sé que lo haremos con vosotros sin duda y espero que pueda ser con Gattu de compañero de viaje. Podéis estar muy orgullosos de vuestro trabajo, al menos a Chuan y a mí nos habéis hecho un poco más felices. Estoy segura de que al resto de viajeros también.
Saludicos desde el Ebro.
Mariví y Chuan