Escrito por: Tania Rodríguez
Una particular arena de color rojizo tiñe el ambiente de esta localidad india situada en el estado de Karnataka. Nos encontramos en Badami, a casi seiscientos metros sobre el nivel del mar, contemplando la ciudad desde lo alto de las colinas rocosas que rodean su estanque verdoso, el Agastyatirtha.
Los acantilados bermellón dan forma a esta tierra, en otrora capital de la poderosa dinastía Chalukya que gobernó la región entre los siglos VI y VII, dejando tras de sí un vasto legado de templos dravídicos y santuarios tallados en roca. Fue en aquellos tiempos de esplendor cuando la arquitectura sacra hinduista experimentó grandes y destacables innovaciones, que hoy hacen de Badami un destino único para adentrarse en aquella época gloriosa.
La mayor atracción sin duda de la localidad son sus templos-cueva construidos en la propia roca. Para descubrirlos a fondo podemos contratar a un guía local, o mejor aún, visitarlos con nuestro guía acompañante.
La primera de estas cuevas está dedicada al dios Siva, es probablemente la más antigua de las cuatro existentes y en ella se puede observar una impresionante figura de Nataraja, realizando 81 movimientos de danza en una sola pose. En la segunda cueva, consagrada a Visnú, se halla una escultura de Vahara, avatar de Visnú y emblema de la dinastía Chalukya, así como otras de Naga y Trivikrama.
La tercera cueva es la mayor de todas, la más impresionante. Está dedicada a Visnú y cuenta con tallas de este dios así como de Indra -montado sobre un elefante-, Siva -sobre un toro- y Brahma -sobre un cisne- en los paneles que conforman su techo. Por último, el santuario número cuatro, destinado a los santos jaimistas, es el que presenta las dimensiones más reducidas de las cuatro cuevas, si bien sus columnas son realmente similares a las anteriores.
Estos templos-cueva se orientan al Agastyatirtha y al Buthanatha Temple, alrededor del cual nos topamos con rocas talladas con relieves de Visnú durmiendo. Otro de los enclaves de interés para el viajero en Badami es su museo arqueológico, ubicado en la parte norte del estanque. En él se hallan interesantes ejemplos de la escultura local, que permiten acercarse más si cabe a aquellos siglos gloriosos dirigidos por la dinastía Chalukya.
Para finalizar nuestro recorrido por esta singular ciudad india, visitaremos los templos de Yellamma, Jambulinga y Upper Shivalaya, situado en la cima de los acantilados de que flanquean Badami desde el norte y vestido con sencillas molduras y las pilastras típicas de la arquitectura chalukya temprana. Rodeados de las primeras muestras arquitectónicas del mundo hindú decimos adiós a estas tierras perfectas para expedicionarios indomables.