Escrito por: Esther Pardo
Nadie duda ya de que la India ofrece todo lo que un turista necesita, incluso lo que ni siquiera había imaginado que pudiera necesitar: espiritualidad ligada a manifestaciones artísticas y costumbres culturales, vida urbanita en sus grandes metrópolis o una impresionante oferta de paisajes naturales de gran belleza. Encabezando esta última categoría están las paradisíacas playas de Gokarna.
El sur del país da cobijo a un conjunto de playas, más aisladas y desconocidas que las famosas de Goa, y que bien merecen un desvío en el camino hasta el distrito de Uttara Kannada, en Karnataka.
Porque la costa de esta zona no sólo ofrece el descanso de las típicas jornadas de mar a orillas del mar Arábigo, también acoge en su pueblo varios templos hinduistas (como el de Mahabaleshwara o Ganapati) que la convierten en centro de peregrinación del hinduismo. De hecho, “Oreja de Vaca”, significado de Gokarna, ocupa un lugar privilegiado en los textos sagrados: fue el escenario elegido por Shiva para salir a la superficie tras miles de años en el interior de la tierra. Y lo hizo en una cueva que hay a las afueras del pueblo con forma de este animal sagrado. Por ello, gracias a esta confluencia de virtudes, la zona es un continuo fluir de peregrinos, turistas indios y extranjeros, amantes del surf, hippies, pescadores autóctonos, vendedores de souvenirs religiosos y, por supuesto, vacas sagradas.
Los lugares más populares para disfrutar de un buen baño y una estupenda vista de la vegetación que las rodea mientras se degusta un excelente coco, típico del territorio, son las playas de Om (con un inmenso palmeral y la más concurrida), Half Moon y Paradise (menos conocidas y más apartadas ya que a ambas hay que acceder por barca o a pie), Kuddle o Nirvana. Todas ellas se extienden hacia el sur de la villa, mientras que al norte está Main Beach, una de las favoritas de los surferos.
Si bien la costa es una estupenda elección para disfrutar del ocio diurno o de la meditación y el yoga, durante la noche se puede sacar el mismo partido gracias al espíritu de una auténtica y eterna noche de San Juan, con las playas plagadas de hogueras y música. Porque en este espectacular punto del planeta se concentra lo mejor para unas estupendas vacaciones y/o desconexión del mundo con la estupenda compañía del ruido de las olas.