Escrito por: Eva del Amo
La gastronomía en Bután es una gran desconocida. Sin embargo, son platos llenos de fantasía y exóticas combinaciones de ingredientes y sabores, con una dieta eminentemente vegetariana, dispuesta a sorprender al viajero más exigente.
Fantasía y creatividad. Estos dos adjetivos definen perfectamente la cocina de Bután, no demasiado conocida pese a sus virtudes. Unos platos que, en los hoteles internacionales, adquieren mil y una presentaciones, cuidando que el chile, uno de los ingredientes básicos de la gastronomía del país, esté adaptado a los gustos occidentales.
Si, por el contrario, optamos por los restaurantes locales, la variedad de platos es bastante amplia. Quizá uno de los más populares es el ema datse, elaborado con brotes de chile cocinados con una base de queso exquisita. Y como acompañamiento, no podía faltar el arroz, tanto en su variedad blanca como en la roja.
Si recorremos las zonas más altas del país encontraremos platos elaborados con trigo, además de los riquísimos thupka o tallarines. Y como tentempié los deliciosos momos, que son pequeñas bolas de masa hervidas y rellenas de carne o queso. Tampoco hay que perderse el gondomaru, que son huevos revueltos cocinados en mantequilla. Recetas sencillas que son la prueba fehaciente de que los ingredientes más cotidianos pueden dar lugar a platos absolutamente deliciosos.
Si queremos algo más elaborado, no debemos dejar de probar el thali, que tiene su origen en la India pero también presente en la gastronomía de Bután. En una bandeja circular, encontraremos raciones servidas en pequeños compartimentos. Entre ellos podremos encontrar arroz, verduras o encurtidos.
Las personas vegetarianas están de enhorabuena, porque en la dieta diaria de los habitantes de Bután no abunda demasiada carne, aunque en los hoteles internacionales se pueden encontrar riquísimos guisos como el noshahuentsu, que incluye cerdo y espinacas, el phagshaphintshom, con cerdo y tallarines de arroz, o el bjashamaru, un extraordinario guiso de pollo en salsa de ajo y mantequilla. Una estancia en Bután es una oportunidad perfecta para probar platos propios de la más alta gastronomía, como un steak matsutake cocinado en su punto con este delicioso hongo que se recoge en el Himalaya.
Tampoco es difícil encontrar legumbres entre los ingredientes de los platos de Bután, como los daal-baat, un riquísimo arroz con lentejas. El tsampa es otro de los platos más típicos de la gastronomía del país. De origen tibetano, se compone harina de cebada cocinada con sal y mantequilla. Muy simple pero delicioso.
Y de postre, destacan los elaborados con leche de yac, aquellos inspirados en recetas internacionales, como la panacotta, o los deliciosos budines de frutas. Y como bebidas típicas encontramos el chang, la cerveza local, y el arra, un licor destilado del arroz, el maíz y el trigo.
Platos increíbles que no solo podremos disfrutar en los restaurantes locales o en los grandes hoteles internacionales, sino también en ambientes llenos de encanto, al aire libre en pleno bosque, o en el patio de una casa tradicional, con el suelo empedrado.
Es una pena que no nos descritas un poco más la preparación de los alimentos.alguno de los cuales me encantaría preparar.un saludo