Escito por: Tania Rodríguez
De las profundidades de su tierra se extrajo el primer diamante. Desde aquellos tiempos inmemoriales -enmarcados en el 800 antes de Cristo- y durante muchos siglos posteriores, India fue el centro mundial del comercio de joyas. Por todo ello no es de extrañar que la joyería guarde un lugar tan sobresaliente en este país, donde se llevan a cabo reputadas pasarelas en las que se muestran las últimas tendencias en la materia. La joyería se ha convertido en el objeto de deseo para la gran mayoría de las mujeres indias, que acompañan sus outfits diarios y especiales con todo tipo de piezas. Alta joyería es un imprescindible cuando vas de compras en India.
Las esmeraldas, rubíes, zafiros y corales son algunas de las piedra preciosas más valoradas por la población femenina en India, que abusa de ellas sin reparos cuando llega la hora de pasar por el altar. El objetivo: impresionar. Algo que logran sin demasiado esfuerzo, ya que generalmente las joyas indias suelen ser barrocas y recargadas, una línea estética de la que huyen diseñadores como Gauri y Radhika Tandon. Ellas, cuñadas y amantes de la joyería más exclusiva, apuestan por piezas menos convencionales, que pongan en valor la calidad de la joyería india sin caer en estereotipos manidos. Con su marca Isharya, lanzada en el año 2004, han conseguido captar la atención de editores de moda, estilistas y famosas deseosas de lucir sus propuestas sobre las mejores alfombras rojas internacionales. El hecho de vivir entre Mumbai y Silicon Valley ha influido en que sus piezas sean un interesante híbrido entre el glamour de Bollywood y el boho-chic de California.
Mawi es otra de las firmas de alta joyería india que más está dando de qué hablar últimamente en el sector. Tras ella se encuentran Mawi Keivom, su director creativo, y Tim Awan, su director comercial, que llevan a cabo sus creaciones desde Dalston, al este de Londres, donde viven. Haber estudiado diseño en Nueva Zelanda y pasado varios años en Nueva York, recopilando por el camino cientos de piezas y tesoros vintage de mercadillos y tiendas de antigüedades, ha definido la forma en la que Mawi entiende la joyería, un concepto premiado en varias ocasiones por el British Fashion Council. Sus joyas son únicas e irreverentes, perfectas tanto para el público joven como para el más maduro, que apuesta por la diferenciación. Igualmente deseables son las piezas creadas por Anmol Jewellers, una firma que acumula ya más de 25 años de experiencia a sus espaldas, haciendo de cada joya una obra de arte elegante, atemporal, genuina. El buen hacer de la marca es de sobra conocido dentro del mundo de la alta joyería, lo que ha hecho que entre sus clientes habituales se hallen personalidades de diversa índole.
Pese a los rasgos distintivos que cada creador aporte a sus diseños, lo cierto es que India –de un modo u otro- está detrás de cada pieza, con su color, feminidad, exotismo y singularidad única. El trabajo hecho a mano es característico de todas las marcas mencionadas, así como de otros grandes nombres de la alta joyería india como Amrapali Jewels (creada en 1978) o Hazoorilal (conocida por sus inusuales diamantes, solitarios y piezas de oro), que a buen seguro continuarán sorprendiéndonos con sus próximas colecciones.