Cuando viajamos con niños uno de los aspectos que más nos preocupan es la seguridad. ¿Y si queremos viajar a Bután con niños? Un viaje familiar con los más pequeños requiere un lugar donde los riesgos estén minimizados y todos los miembros de la familia puedan disfrutar por igual. Bután es el destino perfecto para conseguirlo.
Escrito por: Eva del Amo
Bután es un país tan desconocido como sorprendente. La combinación de una naturaleza desbordante y una cultura milenaria hace que muchas familias con niños se planteen unas vacaciones diferentes y únicas. Y aunque Bután tiene suficientes atractivos como para planificar un viaje en exclusividad por estas tierras, hay muchas familias que lo añaden como extensión a un viaje a India con niños, debido a la cercanía entre ambos países.
En un viaje a Bután, lo que menos debe preocuparnos es la seguridad, ya que está garantizada en este pequeño y tranquilo país, que esconde el epicentro de su magia en sus gentes, siempre predispuestas a la sonrisa, y con una palabra o gesto amable hacia el viajero que ha recorrido tantos kilómetros para hacerles el honor de una visita.
A la hora de hacer un viaje con niños a este oasis de paz, lo único que se recomienda es hacer un repaso a las principales recomendaciones antes de viajar a Bután. Los consejos incluyen desde llevar el equipaje correcto según la época del año en que se desarrolle nuestro viaje y los lugares que vayamos a visitar, pasando por aquellos otros aspectos que entran dentro de la lógica común de cualquier viaje internacional, como puede ser beber agua embotellada, llevar las medicinas que vayamos a necesitar o ser respetuosos con las costumbres locales.
Sus hijos llamarán la atención de las madres de Bután, que tímidamente le señalarán el color de su piel y sus ojos redondeados. ¿Qué mejor oportunidad para el pequeño que ver cómo es el día a día de las personas que habitan al otro lado del mundo? Es también una magnífica ocasión para compartir juegos con otros niños, porque el idioma de la infancia es universal y no entiende de fronteras.
En Bután encontrará multitud de actividades que pueden entusiasmar a su hijo. Desde participar en los tsechus, los coloridos festivales del Bután, a realizar actividades en plena naturaleza, pasando por imitar a Indiana Jones descubriendo un templo lleno de misterio, o disfrutar del arte milenario del tiro con arco, que aquí se fabrica utilizando bambú.
Por la gastronomía de Bután tampoco debe preocuparse. Siempre se pueden encontrar platos no picantes y en los hoteles internacionales podrá disfrutar de riquísimas recetas donde los ingredientes más cotidianos se transforman, como por arte de magia, en auténticas delicias.
Es tiempo de descubrir nuevos lugares de la mano de su hijo, en un entorno seguro. Es momento de abrir su mente, de ofrecerle experiencias que quedarán en su memoria para siempre. Instantes que le harán ver el mundo como un espacio global de convivencia. Un viaje es el mejor regalo que puede recibir. ¿Por qué no hacerlo posible en Bután?