Escrito por: Javier Galán
En un viaje a Jaipur no puede faltar la visita al observatorio astronómico de Jantar Mantar. Una mezcla de arquitectura, ciencia, religión y el reloj de sol más grande del mundo.
El observatorio astronómico de Jantar Mantar es una de las joyas de Jaipur. Podría parecer que otros monumentos de la ciudad, como el Palacio de los Vientos, le hacen sombra. Pero el observatorio no tiene nada que envidiar a ninguno de ellos. Su valor arqueológico, científico y religioso le otorga una singularidad digna de ser reconocida por la UNESCO. Una visita guiada a Jantar Mantar en un día soleado tiene muchos puntos para convertirse en una experiencia inolvidable.
¿Qué lo hace tan especial? Para empezar, es uno de los observatorios solares más grandes del mundo que aún hoy en día se utiliza. No es propiamente un edificio, sino un gran patio repleto de diversas construcciones que a primera vista parecen extravagantes esculturas, pero que resultan ser instrumentos de gran precisión para el estudio del firmamento. Las más reconocibles son los gigantescos relojes de sol, que conviven con astrolabios de hasta dos metros de diámetro. Pero en Jantar Mantar hay muchos más artilugios maravillosos que datan de hace tres siglos, entre 1727 y 1733.
La construcción del observatorio fue ordenada y supervisada por el maharajá Jai Singh II, un sabio adelantado a su tiempo y apasionado de la astronomía que mandó construir otros cuatro observatorios en la India. Es curioso, porque el invento del telescopio no había llegado a la India cuando comenzó la construcción de Jantar Mantar pese a que Galileo lo había inventado un siglo antes. Por eso es aún más admirable que Jai Singh diseñase con su propio criterio muchos de los aparatos astronómicos diseminados por el patio.
Las 14 estructuras, o gnomones, son de una variedad fascinante: unas sirven para medir el tiempo; otras, para estudiar estrellas y constelaciones, predecir eclipses o posicionar los planetas. Hay muchas referencias religiosas, ya que los astrónomos indios eran también sacerdotes que estudiaban el cielo para predecir el futuro, de una cosecha o de una persona. Los gnomones son réplicas de instrumentos de precisión ideados por el propio Jai Singh, pero su gran tamaño asegura más precisión; por eso se construyeron en piedra, mármol y bronce.
Entre los gnomones más conocidos está el Samrat Yantra, un reloj de sol que apunta al polo norte y que presume de ser el más grande del mundo con 27 metros de altura. Puede verse a simple vista el desplazamiento de la sombra a un milímetro por segundo. Más pequeñas, pero también más originales, son las pozas semiesféricas de Jai Prakash Yantra: reflejan el mapa astral, sus 5,4 metros de diámetro están recubiertos de mármol y cada una es el negativo de la otra, es decir, las hendiduras de una corresponden a los relieves de la otra. También son inusuales las estructuras cilíndricas dispuestas en parejas que reciben el nombre de Ram Yantra y que servían para medir la altitud de los cuerpos celestes.
La guinda la pone la escalera empinada y estrecha cuya silueta se ve desde muchas partes de la ciudad. Concebida para contemplar astros, hoy ofrece una perspectiva de todo el conjunto del observatorio y una hermosa vista de Jaipur.