Ya desde el Imperio Mogol, la capital del país se trasladaba en verano desde Delhi a un lugar más fresco. Darjeeling, Kodaikanal, Shimla y Srinagar son destinos de verano donde refugiarse en los meses más cálidos del año.
Escrito por: Enric Donate
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Es legendaria la frase del emperador Jahangir que al pasar por Srinagar, la capital de Cachemira, dijo “Si existe el paraíso es aquí, es aquí, es aquí”. La ciudad de Srinagar fue capital de verano de varios emperadores que repetían año tras año el traslado de toda la corte para disfrutar del clima benigno de los valles del Himalaya.
© Vikramjit Kakati
El Imperio británico sucedió a los mogoles como dominador de India, pero aprendió bien su lección. Los virreyes gobernaban la India desde Kolkata o Delhi, grandes capitales ubicadas en el llano. Delhi, Kolkata y Madrás tenían sus respectivas capitales de verano: Shimla, Daarjeeling y Kodaikanal. Estas ciudades de veraneo se caracterizaban por un clima benigno y un bello paisaje alpino. Todavía hoy, estos enclaves en las montañas del Himalaya y en los Ghats Occidentales son el lugar de descanso preferido de las élites urbanas y una parada perfecta para descansar un par de días en un viaje por el norte de India o el sur del país.
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Shimla es la capital de verano por antonomasia. Esta ciudad en el Himalaya medio es todavía hoy un enclave de prestigio con grandes hoteles donde tomar un high tea como en los mejores tiempos del Raj. Iglesias anglicanas y edificios de marcada arquitectura europea contrastan con las poblaciones circundantes. Si llegas aquí para viajar de vuelta al valle del Ganges, Shimla es una verde antesala del alto Himalaya. En cambio, si vas a seguir el ascenso hasta las cumbres de la cordillera más alta del mundo será tu último encuentro con lo urbano.
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La primera capital de verano de la India británica fue Darjeeling. Desde Kolkata, los ingleses se retiraban a este precioso enclave hoy famoso por sus plantaciones de té. Las casonas de los cultivadores se distribuyen por las colinas mientras por detrás se levantan el Kanjenchunga y hasta puedes alcanzar a ver el Everest. Aquí la colonización sigue muy presente en el modo de vida y quedarse en una plantación es la mejor manera de sacarle provecho a los días de descanso en las montañas.
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Kodaikanal es la princesa de los resorts de montaña. Desde Madrás llegaban las autoridades para descansar del calor tropical. Kodaikanal es hoy en día un lugar perfecto para conocer la fauna de los parques naturales de India que se encuentran en la confluencia entre Kerala, Tamil Nadu y Karnataka. Puedes visitarla llegando desde Madurai, la capital espiritual del sur, o desde la histórica Cochín a través de las plantaciones de té de Munnar. Si vienes desde Mysore, la ciudad del incienso, pasarás por Ooty y el Parque Nacional de Bandipur.