Escrito por: Javier Galán
UNESCO Tentative List en Nepal: la fortaleza Saat Tale Durbar y el templo Janaki Mandir son dos de las propuestas de Nepal para ser monumentos Patrimonio de la Humanidad.
Nepal cuenta actualmente con cuatro lugares considerados patrimonio de la humanidad: el valle de Katmandú, Lumbini y los parques nacionales Chitwan y Sagarmatha. Poco reconocimiento parece para país tan rico en naturaleza y cultura. Para remediarlo, las autoridades nepalíes presentaron ante la Unesco otros nueve enclaves en 2008, en la que se conoce como la lista de tentativas, válida por hasta 10 años y requisito imprescindible para que el organismo otorgue el reconocimiento. La competencia es feroz (de media se conceden al año solo una veintena en todo el mundo), pero es necesario dar a conocer dos de las propuestas más interesantes del país asiático: el complejo palaciego de Nuwakot y el templo hindú Janaki Mandir, cada uno tan característico de su época como sufridos ante las consecuencias del terremoto del pasado 25 de abril.
Nuwakot en su momento fue la capital nepalí hasta la unificación del país, precipitada por las conquistas de finales del siglo XVIII. Su riqueza le venía por ser uno de los principales lugares de descanso entre etapas de la ruta comercial que unía Katmandú y Tíbet. Una de las primeras, o de las últimas, según como se mire, porque está cerca de la capital, a menos de 100 kilómetros en dirección al norte. Fue también a finales del siglo XVIII cuando se construyó el monumento más característico de la población, su fortaleza, Saat Tale Durbar, un cubo de siete alturas que corona la montaña. Desde su misma base la contemplación de los picos nevados cercanos empequeñecen esta mole, no obstante.
Como el resto de los monumentos nepalíes que gozan de la categoría de patrimonio de la humanidad, esta construcción sufrió el impacto del terremoto que azotó Nepal en el año 2015. Saat Tale, aunque se mantiene en pie, sufre algunos desperfectos, mientras que algunas de las construcciones menores aledañas no soportaron la embestida, como se puede comprobar en este reciente vídeo. El pueblo, sin embargo, continúa su duro día a día, en el que la visión de las montañas que le rodean se convierte a la vez en una bendición y en un temor.
Algo similar ocurre con el templo Janaki Mandir, otra de las propuestas a Patrimonio de la Humanidad. Janaki Mandir es uno de los edificios más sagrados del país para la religión hindú y se encuentra cerca de la frontera suroriental nepalí, en Mithila. Aguantó el terremoto con entereza, con sus estancias adornadas con los colores de la bandera de Nepal. En la estructura del templo, de piedra y mármol, se han descubierto algunas grietas desde abril, como actualiza esta nota del diario Times of India.
Son dos lugares especiales de esos que tanto abundan en la enigmática Nepal. Dos edificios que intentan volver a su normalidad armoniosa y mística, esperando más del cielo que de la tierra. Los esfuerzos por conservarlos se suceden: según este artículo del periódico Kathmandu Post, el Gobierno chino está a punto de llegar a un acuerdo con las autoridades nepalíes para financiar la reconstrucción de la fortaleza Saat Tale Durbar y los monumentos adyacentes. Su inclusión en la lista definitiva sería un empujón para dos lugares tan solemnes que dependen tanto de la tierra en la que se asientan.