Si hay un animal que sorprende a los viajeros de estas islas es el pez volador de Maldivas, un extraño ejemplar capaz de saltar fuera del agua largas distancias.
Escrito por: Lorena Pérez
Turismo de naturaleza en la India. Parques naturales de India y Nepal, flora y fauna de Bután, Sri Lanka y Maldivas.
Las opciones relacionadas con la naturaleza al diseñar un viaje a medida a India, Sri Lanka, Nepal, Bután o Maldivas son casi infinitas. En el enorme subcontinente indio el viajero podrá optar su gran variedad de ecosistemas: costa, selva, desierto, montaña… ¿Un viaje a medida a los parques nacionales de India? ¿Conocer el Desierto del Thar? ¿Glamping en el Himalaya? Además, damos a conocer las principales especies animales y vegetales de India, Sri Lanka, Bután, Nepal y Maldivas: el nenúfar de Sri Lanka -flor nacional de Sri Lanka-, el simbolismo de la flor de loto en India, los bambúes gigantes de Perandeniya… ¿Habías oído hablar alguna vez del leopardo de las nieves del Himalaya? ¿Y del panda rojo de Bután? Descubrimos sus características y quizá puedas avistarlos en tu próximo viaje a medida al Himalaya. Si hay un país que destaca por ser un auténtico paraíso de la naturaleza es Maldivas. Con la práctica totalidad de su territorio bañado por las cristalinas aguas del Índico, es el hábitat ideal para cientos de especies marinas como la mantarraya, el pez globo, la tortuga carey… sin duda el mejor lugar para practicar buceo es Maldivas.
Escrito por: Enric Donate
La India disfruta de miles de kilómetros de costa y, sin embargo, raramente se considera un destino para los amantes del mar. Sin embargo, si quieres disfrutar de las olas y la arena desde un viaje en familia hasta una luna de miel, las playas de la India son una excelente idea.
Goa es el destino de playa más conocido de la India. La antigua colonia portuguesa esconde bellas bahías entre palmerales y es conocida por su ritmo de vida pausado. En Goa, uno se siente un poco en casa por la presencia habitual de pequeñas iglesias o ermitas encaladas. Es un destino ideal para un viaje en familia a las playas de la India por la facilidad de los desplazamientos y la oferta de deportes acuáticos. Vivanta by Taj Fort Aguada es una hermosa propiedad cercana a la capital, Pangim. Este hotel de la cadena Taj te permite hacer visitas culturales a las ruinas de Vieja Goa. Desde Fort Aguada, las playas del norte de Goa están a pocos kilómetros y también el atractivo mercado ambulante de Anjuna. En cambio, si buscas desconectar, tu destino es The Leela Palace Goa situado en los confines de la playa de Cavelossim. The Leela te descubre la costa más abrupta del sur del estado, con playas a las que solo se puede acceder por mar.
Las playas de la India tienen en Kerala el destino ideal para cuidarte. Los mejores maestros del masaje ayurvédico se encuentran en Kerala. Además el estado tiene atractivos como los backwaters y las plantaciones de té de Munnar o ciudades llenas de cultura como Cochín. Por todo ello, Kerala es un destino perfecto para un viaje de luna de miel a la India que incluya alguna de sus bellas playas. Cerca de Trivandrum encontrarás Kovalam, dos bahías de arena fina y cocoteros donde alojarse con todo tipo de lujos en el Vivanta by Taj Green Cove. La cadena Taj funde naturaleza y arquitectura tradicional cuidando cada mínimo detalle para que cada momento sea un regalo.
Otra opción es el magnífico The Leela Kempinski Kovalam con una estética más moderna que une al esplendor acostumbrado de sus hoteles, una exclusiva playa privada donde celebrar cenas románticas a la luz de las antorchas. Los amantes de los destinos raros, pueden optar por las playas del norte de Kerala, en especial Bekal donde el Vivanta by Taj Bekal es una apuesta segura para descansar después de unos días de viaje por el sur de la India. El hotel inspirado por las barcazas tradicionales de Kerala juega a esconderse en medio de la naturaleza y cada una de sus villas incluye piscina privada.
Muchos viajeros eligen las playas de Maldivas para terminar con unos días de relax su viaje al sur de la India. Con todo, en Goa y Kerala la indulgencia frente al mar puede estar más cerca de lo que imaginabas.
Escrito por: Alberto Piernas
En las profundidades de la selva de Kerala un calao, similar a un tucán con tres picos, sobrevuela el trópico en silencio. Al mismo tiempo, el sarus, una garza de cuello rojo, recorre errante los campos y humedales del estado de Gujarat mientras un martín pescador enano oriental se posa en una rama de Goa luciendo un plumaje que parece haber robado los colores del arco iris.
Ejemplares cuyo avistamiento podemos realizar de un modo contemplativo en los propios hábitats donde conviven las más de 1250 especies de aves que engloba la India, uno de los mejores países para la práctica del birdwatching, ideal para los amantes del turismo de naturaleza.
Si buscamos practicar birdwatching en India y deleitarnos con esta nueva modalidad de turismo, lo mejor será comenzar nuestra visita en Kerala, el estado más tropical y, por ende, rico en aves exóticas de toda la India. El Kumarakom Bird Sanctuary, por ejemplo, despliega sus ejércitos de flamencos, grullas siberianas, loros y alondras a lo largo y ancho del Vembanad Lake, pieza angular de cualquier recorrido en los famosos backwaters de Kerala.
Si nos adentramos algo más en la zona interior del estado, las plantaciones de té preceden el acceso a Periyar, reserva natural atrapada entre las montañas y en la que se dan cita hasta 320 especies de aves diferentes entre las que encontramos al periquito de alas azules, el mencionado calao o el podargo de Ceilán, una especie de búho autóctono cuya presencia se aprecia mayormente durante la noche.
Viajando algo más al norte, en el cercano estado de Karnataka, el Bandipur National Park abandona su antigua condición de coto de caza del Maharaja del reino de Mysore para convertirse en uno de los mejores paraísos en donde practicar birdwatching en India gracias a la presencia de un pavo real que mora en los rincones más insospechados, además de otras especies como el buitre indio, el gavilán o un martín pescador cuyas diversas especies se dan cita en este parque nacional.
Por último, cerca de Delhi, lugar siempre estratégico durante nuestra visita a la India, la presencia del Bharatpur Wildlife Sanctuary acoge a numerosas especies típicas de estos rincones nebulosos y húmedos como el pelícano dálmata, las conocidas como cigüeñas pintadas o el frailecillo sociable, especies que podremos descubrir desde la distancia guiados por los conocidos como rickshaw wawallahs, los mejores guías que podremos tener durante nuestra estancia y nuestra experiencia de birdwatching en India. Uno de esos lugares que merece la pena descubrir en una época de invierno en la que infinidad de aves migratorias se reúnen en este santuario natural.
Practicar birdwatching en India es uno de los mejores complementos a nuestro viaje al subcontinente, ya que además de permitirnos descubrir a todas esas especies, la serenidad que transmite la propuesta nos funde con el medio, haciéndonos formar parte de ese gran paraíso viviente que es la India mientras caldeamos nuestra inmersión en esos otros safaris a los que añadir especies animales tan poderosas como el tigre de bengala o el elefante.
Escrito por: Alberto Piernas
Desde la ciudad de Jorhat, en la ribera del recóndito río Brahmaputra que surca el estado de Assam, un ferry conduce a los curiosos hasta una isla verdosa surcada por diversos canales que respiran bajo viejos puentes de madera. Se trata de isla Majuli, en India, la isla fluvial más grande del mundo y uno de esos rincones secretos del subcontinente cuya falta de infraestructuras lo convierten en un destino con encanto, ideal para pasar un día lejos del bullicio de las grandes urbes.
A nuestro paso por esta isla Majuli, ideal de recorrer en bicicleta, los humedales, palmeras y árboles de bambú custodian los dos pueblecitos más importantes de la isla: Kamalabari y Garamur, epicentros de la antigua tribu Mising.
Además, en los rincones más inesperados encontraremos uno de los grandes atractivos de la isla Majuli, los llamados satras, centros de culto y arte en honor al dios Visnú, ya que la religión mayoritaria de la isla es el neo-vaishnavismo, una variación del hinduismo que incluye sus propios conceptos de baile (sattriya) o representación teatral (bhaona), las cuales se llevan a cabo en estos pintorescos centros artísticos.
Otro de los alicientes de nuestra visita a isla Majuli recae en la posibilidad de realizar una sesión de bird-watching en India en las pequeñas islas interiores denominadas chapories, teniendo en cuenta la presencia de las más de 250 especies de aves que pululan por la isla, entre ellas los curiosos picoloros o el sisón de penacho bengalí, similar a un pato salvaje.
Visitar isla Majuli, en India, se convierte en una carrera contrarreloj para cualquier turista inquieto. Y es que, por desgracia, la particular “Venecia de la India” pasó de ocupar 1200 kilómetros cuadrados a 400 durante el último siglo, debido a la erosión de unos monzones cuyo paso por la isla cada mes de septiembre deposita un manto de colores cubriendo uno de los rincones más paradójicos del subcontinente indio.
Escrito por: Alberto Piernas
En algún lugar entre las poblaciones de Unawatuna y Weligama, en la costa sur de Sri Lanka, varios pescadores observan el horizonte desde la playa esperando la llegada del crepúsculo. Una vez el cielo se vuelve anaranjado, estos se adentran y escalan un poste de unos 4 metros de altura clavado entre los corales y solapado a otra barra vertical (también conocida como petta) sobre la que se sientan a esperar con un arpón entre las manos. Se trata de los famosos pescadores zancudos de Sri Lanka.
Aunque este particular “ritual” puede parecer uno de los más antiguos de la isla, lo cierto es que la existencia de los famosos pescadores zancudos de Sri Lanka data de la Segunda Guerra Mundial, época en la que la escasez de alimentos llevó a varias familias de pescadores a servirse de restos de barcos y aviones para apoyarse y conseguir una panorámica más amplia de los fondos del Índico.
Poco después, dos familias pescadoras iniciaron la costumbre de colocar el zanco entre los arrecifes, una idea que adaptaron otros muchos pescadores que se adentraron en playas como Polhenna o Mirissa buscando arenques moteados y caballas, dos de las especies de peces más usuales de la zona.
Tras el impacto del tsunami de 2004 y la masificación de las silenciosas playas en las que moraban los pescadores, esta práctica desapareció durante unos años hasta resurgir con nuevas y viejas intenciones, pues si bien la pesca sigue siendo la prioridad de estos locales, la posibilidad de obtener unas rupias extra dejándose posar para el turista es una opción que, a pesar de poder resultar algo forzada, obedece perfectamente a la suerte de poder contemplar una de las estampas más curiosas del sudeste asiático. Eso sí, sin menospreciar el ascenso a un zanco más complicado de escalar de lo que podíamos imaginar desde un principio.
Sin duda, los pescadores zancudos de Sri Lanka son uno de lo mejores pasatiempos a descubrir tras un relajado día de playa o una jornada de surf en Sri Lanka.
Escrito por: Javier Galán
Llegar a Nuwara Eliya es sentir el té. Es olerlo durante un paseo o una caminata montaña arriba; es ver sus hojas apiladas para conseguir extraer su humedad; es beberlo negro taza tras taza. Nuwara Eliya, región montañosa del interior de Sri Lanka, es el lugar predilecto del té. Es uno de esos lugares que viven por y para una actividad concreta. Porque todas las condiciones se han alineado para que las plantaciones de té de Nuwara Eliya sean el lugar ideal para producir el mejor té del mundo.
La niebla típica de zona de montaña se asienta constantemente en esta región, llegando a quedarse durante días y días en ciertas épocas del año. Esta pintoresca población se encuentra a un par de horas en coche de la conocida Kandy viajando hacia el sur por serpenteantes carreteras. De entre todas esas condiciones que la convierten en idónea para nuestras papilas gustativas se puede destacar el clima tropical que envuelve las plantaciones de té de Nuwara Eliya; pero sobre todo es la altura de sus montañas, superior a los mil metros, lo que le da unas condiciones al suelo especialmente prósperas para el cultivo de té; y por último, que los británicos controlasen la isla de Ceilán, y que muchos de ellos se estableciesen aquí para plantar té, hacer negocio y alejarse de la metrópoli.
Con el tiempo y los años consiguieron cosechas de exquisita talla mundial y exportaron su té a todo el mundo, creando una atmósfera en esta región interior de Sri Lanka tan pintoresca como sorprendente. Los edificios mantienen todo el aire colonial inglés de hace más de un siglo. Las hojas de té se siguen recolectando a mano por trabajadoras tamiles que se las cargan en la espalda y cobran el mínimo. Las naves que secan y procesan el té parecen no haberse tocado desde hace décadas, y eso que su trasiego no se detiene ni un día.
Uno puede recorrer todos estos parajes subiendo y bajando montañas, y el simple hecho de perderse por los recovecos de las plantaciones ya enamora los sentidos. En algunos puntos es posible pasearse entre las plantaciones de té de Nuwara Eliya y ver como se extienden hasta donde alcanza la vista. Para quien quiera comprender más aún el funcionamiento de esta industria y qué trabajo se esconde detrás de que las hojas lleguen a su taza se podría decir que el esquema es sencillo.
De lo que trata la actividad es de recolectar la hoja del té diferenciando cuáles son las únicas hojas válidas de la planta, las superiores, las que le dan ese sabor al agua. De lo que se trata es de apilarla en una bolsa a la espalda y transportarlo hasta el camión que lo llevará a la planta procesadora donde se deja de secar durante varios días, cuando entra en la cadena que la procesa y empaqueta. Y todo para llegar al paso más agradable: degustar las tazas de té negro de Ceilán que se desee.
Escrito por: Javier Galán
Madrugar siempre cuesta. Pero cuando uno lo hace estando de viaje seguro que es porque algo trepidante le espera. Imagínate que estás a un minuto de que suene un despertador en el que aún no se ven las seis de la mañana. El madrugón requerirá esfuerzo, pero te llevará frente a frente con el mayor mamífero que existe en tu planeta… ¿Aún no sabes qué ver en Sri Lanka? Son ballenas, estás playa de Sri Lanka, en Mirissa, y solo te separa de ellas un viaje en barco. Vístete, desayuna y acércate con precaución y respeto a este magnífico animal.
Al sur de Sri Lanka, mar adentro, se encuentra una de las áreas preferidas por estos ejemplares para congregarse, cerca de la conocida bahía de Dondra. Esto facilita enormemente acercarse a ellas hasta una distancia prudencial si se dan las condiciones climáticas, marítimas y de época adecuadas. Las embarcaciones de los visitantes parten en busca de sus saltos y salpicaduras desde la zona costera más cercana. Este punto predilecto se asienta en la costa sur de la isla, cerca del faro de Dondra. Se trata de la población Mirissa, muy cerca también de la conocida y paradisíaca zona de Galle.
Es aquí donde se puede avistar con seguridad ejemplares de estos mamíferos, tras una travesía en barco que dependerá del día, pero que no será inferior a una hora. Durante la cual es imprescindible seguir siempre las indicaciones del profesional personal de la embarcación. Dependiendo del día, se puede uno acercar y asombrarse con las piruetas de ejemplares de los dos mayores mamíferos que habitan este planeta: las ballenas azules y las ballenas de aleta. Pero no son las únicas: se trata de un lugar donde también juguetean cachalotes, delfines y varios tipos de rorcuales y ballenas enanas.
Es importante tener en cuenta la mejor época para viajar a Sri Lanka, uno de los mejores destinos para el avistamiento de ballenas, si el objetivo imprescindible es contemplar cierto tipo de aleta concreto. Porque las diferentes especies tienen, claro, diferentes comportamientos estacionales que las acercan o alejan de la costa. Sin embargo, la zona sur de Sri Lanka, Dondra, es una de las áreas costeras del mundo a las que más se acercan los ejemplares de ballenas azules, principalmente porque es un lugar con una enorme concentración de krill. De esas que pueden llegar a medir uno 30 metros de largo. La mejor época para aumentar las posibilidades de cruzarse con una de estas atrevidas ballenas azules será entre diciembre y abril. Las ballenas son animales de costumbres, desde luego, y conviene informarse de sus rutinas para aumentar las posibilidades de avistamiento.
Con el aumento del turismo, los barcos que ofrecen este servicio en Dondra y Mirissa han aumentado, y la competencia se ha incrementado. Es esencial elegir un equipo que trate con respeto a estos animales. Que no se moleste ni se interfiera en sus hábitos. Que el ruido que genera un equipamiento antiguo no las aleje de la costa por acercarse demasiado o por el ruido que genera.