Dos de las cosas que más caracterizan al arte tibetano son sus colores vivos y su simbolismo budista. Esto mismo ocurre con sus mandalas hechos a base de arena.
Unas obras que sólo se permite crear a los monjes budistas, ya que tienen un fuerte significado religioso. Crear uno ya se considera de por sí algo sagrado.
Escrito por: Andrea Amado Laín