Por: Carlos Primo, www.bbkland.com
Desde hace siglos, India ha sido uno de los destinos preferidos por viajeros europeos en busca de un mundo radicalmente opuesto al suyo.
Pablo Pascual lleva años dando a conocer este país a los viajeros españoles a través de Sociedad Geográfica de las Indias, su agencia de viajes, nacida de la fascinación por una tierra cuyos secretos parecen inagotables. “A India se la representa como parte de la Tierra, pero debería ser considerada como un planeta aparte”, nos dice. “No hay nadie que llegue a la India y diga ‘esto ya lo he visto en otra parte’, porque India no se parece a nada”, añade.
Para respaldar sus palabras, no hay nada como echar un vistazo a algunos datos generales sobre este país asiático. La mayor democracia del mundo, India es un país con una impresionante escuela de pensamiento y una total diversidad de etnias, religiones, paisajes, etnias y formas de vida. Es, como suele decirse, la tierra del contraste, y se rige por sus propias normas. Desde hace años, los viajeros españoles están familiarizados con las grandes ciudades indias y con algunas regiones especialmente turística. Sin embargo, una región tan extensa tiene innumerables rincones por descubrir.
Así sucede, por ejemplo, con Kumbalgarh. La región de Rajasthán, al norte de la India, es una zona montañosa de paisajes algo áridos. En este contexto, Kumbalgarh, situado en las estribaciones de los montes Aravali, ofrece un respiro al viajero y exhibe una enorme riqueza natural que la convierte en un oasis verde.
El mayor tesoro –y la imagen más icónica- de Kumbalgarh es su impresionante fuerte construido en el siglo XV, y que, con sus 36 kilómetros de murallas de hasta 5 metros de ancho, es uno de los dos monumentos construidos por la mano del hombre que son visibles desde el espacio –el otro es la Muralla China.
Pasear por estas murallas que nunca han sido conquistadas supone un modo inmejorable de obtener vistas únicas de esta región que, aún hoy, sigue siendo un destino poco frecuente en India.
Sin embargo, se encuentra a sólo 70 kilómetros de Udaipur y cerca de los famosos templos Jainistas de Ranakpur. Más allá de los impresionantes atractivos monumentales, Kumbalgarh es, sin duda, un lugar idóneo para entrar en contacto con la India rural mediante la visita a una aldea.
“En India, uno descubre el tiempo”, nos cuenta Pablo, “un concepto del tiempo muy diferente, porque el tiempo se vive de otra manera”. Es el tiempo regido por las actividades cotidianas y no por rígidos horarios. En las inmediaciones de Kumbalgarh, cualquier aldea puede ofrecernos la experiencia de entrar en contacto con muchas de estas actividades: los oficios tradicionales casi extintos en otras zonas, el ordeño de búfalas, la ceremonia del opio o el trabajo en las escuelas son modos de conocer de primera mano la vida íntima de India.
Como nos dice Pablo, “es una experiencia muy enriquecedora, siempre que se viva sin ningún tipo de prejuicio”. Este mismo espíritu es el necesario para acercarse, por ejemplo, a la comunidad animista de los Bishnois, situada a cuatro horas y media de Kumbalgarh. Conocidos por ser la primera religión ecologista de la historia (fundada en el siglo XV), en la actualidad mantienen un modo de vida basado en la sostenibilidad y el respeto absoluto por la naturaleza.
Sin duda, un contraste necesario para recordar que existe un mundo más allá del hormigón.
> Aquí, más fotos de Kumbalgarh.
No estaria gens malament poder tornar i poder-ho veure sense tanta i tanta pluja, i com vem reure amb aquella noueta que se’ns va enganxar per fer carreres a sota l’aigua!! quin humor tant simpàtic que te aquesta gent!!
ES UN LLOC GUAPISIMMMMMMM, ENCARA QUE NOSALTRES VAM ACABAT TANT REMULLATS, ELS INDIS ENS MIRAVEN EXTRANYATS, NOSALTRES ANAVEM PUJANT, I CADA VEGADA ENS MULLAVEM MÉS I MÉS, NO VAREM POGUER ARRIVAR A DALT DE TOT!!!!!