Escrito por: Lorena Pérez
¿Alguna vez te has fijado en que las butanesas visten todas igual? El traje que llevan se llama kira y las distingue del resto de mujeres del mundo.
Si algo sorprende al pasear por Bután, además de sus paisajes y singulares construcciones, es encontrarse a cada paso con hombres y mujeres que visten de la misma manera. El traje tradicional del país es la norma –literalmente- entre los butaneses, y es que existe un código de vestuario, conocido como Driglam Namzha, que obliga a los ciudadanos de este país a llevar vestimentas típicas siempre que acudan a lugares públicos.
La historia de estos trajes se remonta al siglo XVII, cuando el líder político, religioso y militar Shabdrung Ngawang Namgyel, decidió implantar un distintivo nacional que hiciera distinguible a la gente butanesa del resto de habitantes del mundo. Así, se aprobó que los hombres vistieran siempre un gho y la mujeres una kira.
Si nos centramos en la kira de las butanesas, podemos decir que es un traje compuesto por muchas piezas distintas. La falda, que llega hasta los tobillos, se compone por un gran trozo de tela rectangular que se dobla para después fijarse con un cinto. En la parte superior visten elegantes blusas de colores de manga larga, coronando el conjunto con chaquetas de diferentes tejidos denominadas toego. Por lo general, sobre la kira se lleva otra kira más corta y colorida que refuerza la inferior.
Es interesante destacar la importancia de la tela con la que se fabrican la kira, ya que son las que le dan el valor a estos trajes típicos. Esta tela, generalmente muy pesada, está confeccionada a mano con mucho mimo, tardando en algunos casos más de un año en completar una sola de estas telas. El material con el que se realicen dependerá del uso que se le vaya hacer al traje: si se pretende usar la kira para días de diario se elaborará con algodón o lana, en cambio, si la compradora pretende asistir a eventos importantes o a algún día festivo con ella, el material seleccionado para confeccionar la kira será la seda.
El precio de estas kiras comienza en torno a los 300 euros y llega hasta lo que la persona quiera o pueda pagar, dependiendo del tejido, el tiempo de fabricación y los motivos de la tela. En este precio se ve reflejado el arduo trabajo que requiere tejer, hilo a hilo y utilizando un telar manual, cada uno de los diseños.
Algunas mujeres, sobre todo las que viven en el este del país, tejen sus propias kiras eligiendo los tejidos y motivos geométricos que más les gustan. Otras se dedican profesionalmente a la confección de estos vestidos tradicionales, los cuales venden a intermediarios. Por tanto, no es de extrañar que los colores, tejidos y apliques de estos trajes indiquen el estrato social tanto de los hombres como de las mujeres: cuanta mejor sea la tela y mayor el número de brillantes que porta, mayor será el estatus de la persona.
Colocarse la kira es todo un arte que requiere de un vídeo para aprender a hacerlo. Presta atención, practica en casa y prepárate para tu viaje a Bután. ¡Domina la técnica de la kira y deja boquiabiertas a las butanesas!