Escrito por: Eva del Amo
Nada más relajante que darte un baño con burbujas mientras contemplas la inmensidad del océano. En Maldivas, muchos hoteles tienen en cuenta tus gustos y te regalan el placer de darte un baño en un jacuzzi con espectaculares vistas.
Después de hacer yoga en la playa, haber dado un largo paseo viendo atardecer a la orilla del mar o tras disfrutar de un estupendo día de buceo, nada mejor que relajar cuerpo y mente con un estupendo baño de espuma. Que un hotel disponga de una bañera hidromasaje o instalaciones donde puedes abandonarte al agua burbujeante no es ninguna novedad. Pero en Maldivas, la exquisitez va mucho más allá, y los baños relajantes son con magníficas vistas al océano.
El concepto de espacio abierto a la naturaleza hace que te sientas en permanente contacto con ella, incluso cuando estás haciendo una actividad tan privada como la dulce sensación de un baño. Y es que, pocas cosas hay tan relajantes como acompañarlo con el suave murmullo de la vegetación agitada por la brisa o la inmensidad de un océano que te regala diferentes tonos de azul durante el día y de anaranjados al caer la tarde, como un espejo del cielo que lo enmarca.
Hoteles de Maldivas como Cocoa Island by Como o Maalifushi by Como tienen muy presente cuáles son esos detalles que permiten una relajación total. El agua templada y las burbujas, o en algunos casos la espuma, dan paso a una sinfonía de aromas procedentes de los pétalos que delicadamente se posan en el agua, ofreciéndote maravillosos olores y colores.
Las bañeras están inundadas de luz natural, ya que suelen estar ubicadas frente a amplios ventanales. En otras ocasiones, los impresionantes jacuzzis están situados frente al océano, en una prolongación de la habitación donde se encuentra la cama. Y también es habitual encontrarlos al aire libre, en espacios privados y rodeados de vegetación, especialmente si has decidido alojarte en una villa privada para proteger tu intimidad.
Al alcance de tu mano tendrás los últimos y más exquisitos tratamientos de belleza, elaborados con productos locales con el fin de prolongar las ventajas que ofrecen los recursos naturales del paraíso en el que te alojas.
Y si quieres completar este abanico de intensas sensaciones, nada mejor que finalizarlo con un tratamiento de belleza o un masaje, con el que te aplicarán técnicas milenarias procedentes de India, Indonesia o Tailandia, aceites esenciales extraídos de plantas a las que se atribuyen propiedades relajantes, o el calor de piedras volcánicas que te transmitirán energía y propiedades minerales revitalizantes. Toda una experiencia sensorial cuyos efectos permanecerán en tu memoria durante un largo periodo de tiempo.