Escrito por: Enric Donate
La belleza de los paisajes y la diversidad étnica del estado de este enclave en el Himalaya indio son razón suficiente para visitar Jammu y Cachemira donde confluyen el islam de Cachemira, el budismo de Ladakh y el hinduismo de Jammu. Te damos 10 razones más para ponerlo entre tus próximos destinos.
- LAS CASAS BARCO. Los príncipes de Cachemira no permitieron a los ingleses comprar propiedades en el valle. Los astutos británicos habilitaron barcos sobre el Lago Dal como residencia. Hospédate en una casa barco, con todo el lujo de antaño que incluye servicio y una sikara, la embarcación tradicional para llegar a tierra firme.
- EL MONASTERIO DE LAMAYURU. Colgado de los puertos que cruzan el Himalaya entre Kargil y Leh, este gompa nos transporta en el tiempo y nos permite imaginar cómo se vivía en los más remotos monasterios tibetanos.
- PANGONG TSO. Ladakh posee los lagos más espectaculares del Himalaya. Pangong Tso es el lago de agua salada más alto del mundo. Solo el trayecto por carretera ya te dejará sin aliento. El lago yace solitario rodeado por montañas desnudas en la frontera con Tíbet.
- LA KAHVA. La infusión típica de Cachemira se prepara con azafrán, cardamomo y canela y se sirve con una almendra dentro, que no es el fruto del almendro, sino la que se esconde en el hueso del albaricoque. Entra en calor con el perfume más delicado.
- LEH. La capital de Ladakh es una pequeña población dominada por un castillo en ruinas y la Estupa de la Paz. El festival que se celebra cada mes de septiembre es la mejor oportunidad para asistir a la diversidad étnica de estos valles en un único lugar.
- LAS MEZQUITAS DE SRINAGAR. El barrio antiguo de Srinagar es un verdadero museo al aire libre. La sala de oración de la gran mezquita con sus columnas de madera es uno de los edificios más impresionantes. Al atardecer, siente como la última llamada a la oración reverbera por el valle. Simplemente espectacular.
- EL VALLE DEL INDO. El río Indo fluye desde aquí hacia el Mar Arábigo. Sus aguas en Ladakh son de un turquesa intenso y a sus orillas se acumula la vegetación de esta región de paisajes rocosos casi lunares.
- LAS PINTURAS DE ALCHI. El monasterio de Alchi a 70 kilómetros de Leh es uno de los más antiguos de Ladakh. Los amantes del arte encontraréis aquí las pinturas murales mejor conservadas del Himalaya indio con casi mil años de antigüedad.
- LAS ALFOMBRAS. Cachemira ha sido siempre tierra de comerciantes seductores. Las tiendas de alfombras tienen piezas únicas trabajadas durante meses y años por familias enteras. Diseños de la misma Cachemira y de Asia Central que se despliegan ante tus ojos como si de un cuento de las Mil y Una noches se tratara.
- LOS CANTOS BUDISTAS. En Ladakh el budismo se siente en la calle. Varios monasterios están abiertos durante el recitado comunitario de mantras. Acércate al gompa de Thikse, a pocos kilómetros de Leh, y comparte con los monjes la mañana de oración.