Escrito por: Eva del Amo
Sri Lanka es la receta que cocina a fuego lento una mezcla perfecta entre naturaleza, cultura, tradición y sonrisas, invitándonos a descubrir un lugar a la vez fascinante y mágico. A continuación, te listamos los 5 lugares que no deber perderte en tu viaje a Sri Lanka:
La isla esconde arrozales, palmeras, campos de té y verdes colinas. Árboles sagrados y estatuas de Buda en medio de la espesa jungla. Bosques de ébano, caoba y sándalo, preciosos hoteles coloniales y ocho lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Decidir qué se va a ver en Sri Lanka, de entre todo lo que ofrece, es una tarea complicada, pero hay cinco lugares que nadie debería perderse en la primera toma de contacto con el país insular.
- Colombo es la capital de Sri Lanka. Crisol de las diferentes culturas que forman parte de su historia, ofrece, entre otros placeres, poder pasear por el paseo marítimo de Galle Face Green, a orillas del Océano Índico, a lo largo de algo más de una milla. Deja tiempo para visitar su precioso faro de la época colonial y su coqueta playa. También merece una visita su Museo Nacional, indispensable para conocer el arte y la historia del país.
- En Galle, en cambio, lo mejor es perderse por su excepcional casco histórico, a medio camino entre la tradición arquitectónica europea y la asiática. Edificios con encanto para una ciudad con siglos de historia, que presume de fortaleza y bastiones, herencia del dominio portugués y holandés de hace casi cinco siglos.
- Kandy, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, también es conocida como Senkadagalapura, la ciudad sagrada del budismo y la última capital de los reyes sinhalas. En este precioso escenario, a orillas de un lago artificial, se levanta el Palacio Real y diferentes templos, como el del Diente de Buda. Numerosas personas se acercan cada día a este lugar a venerar la reliquia más respetada del país.
- Pero si quiere conocer a fondo la cultura y la historia del país, nada mejor que visitar el eje que conforma el triángulo cultural de Sri Lanka: Sigiriya, Anuradhapura y Polonnaruwa, todos ellos situados al norte de la capital. En Sigiriya podremos admirar su palacio-fortaleza, del siglo V, que se alza altivo dominando el paisaje, mientras que en Anuradhapura se conserva la mayor estupa del país y el Sri Maha Bodhiya, un árbol sagrado con 2.500 años de antigüedad, nacido de un esqueje de la higuera bajo la cual Buda recibió la iluminación. Pero si queremos viajar al mismísimo corazón del budismo, nada mejor que acercarse hasta Polonnaruwa, cuya selva se ha encargado de preservar un riquísimo patrimonio histórico-artístico, en el que sobresalen las estatuas de Gal Vihare.
- Nuestro último destino será Dambulla, que permite explorar tesoros de un valor incalculable. Hace más de dos mil años contemplan preciosos templos esculpidos en la roca, que hoy recogen una importantísima colección de pintura al fresco e impresionantes estatuas de Buda. Son los ecos de un pasado que hoy está más presente que nunca a través de los ojos de quien lo contempla.