5 lugares que no debes perderte en tu viaje a Sri Lanka

Escrito por: Eva del Amo

Sri Lanka es la receta que cocina a fuego lento una mezcla perfecta entre naturaleza, cultura, tradición y sonrisas, invitándonos a descubrir un lugar a la vez fascinante y mágico. A continuación, te listamos los 5 lugares que no deber perderte en tu viaje a Sri Lanka:

La isla esconde arrozales, palmeras, campos de té y verdes colinas. Árboles sagrados y estatuas de Buda en medio de la espesa jungla. Bosques de ébano, caoba y sándalo, preciosos hoteles coloniales y ocho lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Decidir qué se va a ver en Sri Lanka, de entre todo lo que ofrece, es una tarea complicada, pero hay cinco lugares que nadie debería perderse en la primera toma de contacto con el país insular.

  1. Colombo es la capital de Sri Lanka. Crisol de las diferentes culturas que forman parte de su historia, ofrece, entre otros placeres, poder pasear por el paseo marítimo de Galle Face Green, a orillas del Océano Índico, a lo largo de algo más de una milla. Deja tiempo para visitar su precioso faro de la época colonial y su coqueta playa. También merece una visita su Museo Nacional, indispensable para conocer el arte y la historia del país.
Viaje a Sri Lanka - Colombo beach

© Nazly Ahmed

  1. En Galle, en cambio, lo mejor es perderse por su excepcional casco histórico, a medio camino entre la tradición arquitectónica europea y la asiática. Edificios con encanto para una ciudad con siglos de historia, que presume de fortaleza y bastiones, herencia del dominio portugués y holandés de hace casi cinco siglos.
Viaje a Sri Lanka - Galle Fort

© Marc Biebusch

  1. Kandy, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, también es conocida como Senkadagalapura, la ciudad sagrada del budismo y la última capital de los reyes sinhalas. En este precioso escenario, a orillas de un lago artificial, se levanta el Palacio Real y diferentes templos, como el del Diente de Buda. Numerosas personas se acercan cada día a este lugar a venerar la reliquia más respetada del país.
Viaje a Sri Lanka, Kandy

© Idobi

  1. Pero si quiere conocer a fondo la cultura y la historia del país, nada mejor que visitar el eje que conforma el triángulo cultural de Sri Lanka: Sigiriya, Anuradhapura y Polonnaruwa, todos ellos situados al norte de la capital. En Sigiriya podremos admirar su palacio-fortaleza, del siglo V, que se alza altivo dominando el paisaje, mientras que en Anuradhapura se conserva la mayor estupa del país y el Sri Maha Bodhiya, un árbol sagrado con 2.500 años de antigüedad, nacido de un esqueje de la higuera bajo la cual Buda recibió la iluminación. Pero si queremos viajar al mismísimo corazón del budismo, nada mejor que acercarse hasta Polonnaruwa, cuya selva se ha encargado de preservar un riquísimo patrimonio histórico-artístico, en el que sobresalen las estatuas de Gal Vihare.
Viaje a Sri Lanka - Anuradhapura

© Aitor Garcia Viñas

  1. Nuestro último destino será Dambulla, que permite explorar tesoros de un valor incalculable. Hace más de dos mil años contemplan preciosos templos esculpidos en la roca, que hoy recogen una importantísima colección de pintura al fresco e impresionantes estatuas de Buda. Son los ecos de un pasado que hoy está más presente que nunca a través de los ojos de quien lo contempla.
Viaje a Sri Lanka - Templo de Dambulla

© Prasanth Chandran

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Viajar a Jaipur. Fuerte de Amber

Escrito por: Javier Galán

Viajar a Jaipur para sentirse un maharajá a lomos de un elefante en Amber Fort… La visita al palacio fortificado de Amber tiene todos los ingredientes para ser la atracción más popular de la llamada Ciudad Rosa. 

Viajar a Jaipur. Fuerte Amber

© AJAY SHANKAR

Rudyard Kipling dijo una vez: “Dios creó a los maharajás para dar un espectáculo al mundo”. Pues bien, hay pocos lugares en la India donde esta afirmación tenga tanto sentido como en el palacio fortificado de Amber, a 11 kilómetros de Jaipur. Este imponente complejo palaciego hecho de arenisca roja y mármol blanco se erigió como capital del estado de Jaipur hace cinco siglos, y hoy reina con todo su esplendor fantasmal en lo alto de una escarpada colina. Y llegar a lo alto de esa colina es toda una experiencia en sí misma, porque el recorrido es espectacular y se hace a lomos de un elefante.

Viajar a Jaipur. Fuerte Amber

© DANIEL VILLAFRUELA

El mejor momento para realizar esta ruta es al amanecer, y no solo porque se evitan largas colas y tumulto de turistas; a esa hora, la luz del alba se refleja en el lago Maotha y en las paredes de la antiquísima fortaleza y su muralla, creando una atmósfera mágica. Y ser uno de los primeros del día en cruzar la puerta Suraj Pol y entrar en la amplia plaza ajardinada hace sentir al visitante como un auténtico maharajá. El elefante, engalanado y con la trompa pintada, sube a lo alto de la colina por una rampa especial, en un trayecto que dura unos 20 minutos.

Viajar a Jaipur

© Nadine Spielmann

Amber Fort descansa sobre las ruinas de un templo dedicado al sol que data del año 955. El complejo actual comenzó a construirse en 1592 con la idea de crear un palacio para el Rash dentro de la misma fortaleza. Hoy, el visitante distingue entre el Jaigarth Fort, o fuerte original, y el palacio de Amber, ambas estructuras conectadas por pasadizos y patios dignos de explorar durante toda la jornada. La visita al sensacional complejo se aprovecha más con un guía acompañante, ya que los siglos que aguantan estas ruinas sobre sí mismas se comprenden mejor con las explicaciones detalladas y las anécdotas que ofrece un experto acompañante.

Desde la entrada, subiendo por una estrecha escalera, se llega a una puerta de plata que da acceso al templo de Kali, donde se sacrificó una cabra al día desde el siglo XVI hasta hace escasos 30 años. Desde allí se accede a los apartamentos del marajá, en la planta superior y con unas vistas privilegiadas. Las delicadas labores de restauración llevadas a cabo en este palacio fortificado hacen que mármoles, mosaicos y esculturas luzcan como en sus mejores tiempos. Otra visita obligada es el vestíbulo de los espejos, una amplia estancia donde la llama de una sola vela iluminaba toda la habitación.

Viajar a Jaipur. Mirror Room, Fuerte Amber

© Jeff and Neda Fields

Al cerrarse las puertas del complejo y ponerse el sol, el visitante puede escoger entre regresar al llano a pie o en todoterreno. El palacio-fortaleza de Amber se integra de tal forma en las montañas de la zona que resulta difícil imaginar una mejor posición defensiva. O un mejor atardecer.

Maletas para India – Nappa Dori

Escrito por: Tania Rodríguez

Existen bolsos capaces de recordarnos vivencias únicas, baúles dispuestos a recorrer miles de kilómetros en busca de aventuras, carteras que guardan fragmentos de incursiones inolvidables. También hay maletas para India, por excelencia. La marca india Nappa Dori consigue que cada una de las piezas hechas a mano de sus colecciones se conviertan en esos pequeños grandes tesoros que todos queremos tener en nuestros armarios para poder llevarnos a los viajes más intrépidos.

Maletas para India

© Nappa Dori

La firma, afincada en Nueva Delhi desde sus comienzos allá por el año 2010, significa algo así como “cuero e hilo”, dos palabras íntimamente ligadas a su maravilloso savoir-faire, impulsado por el diseñador indio Gautam Sinha, graduado en el National Institute of Fashion Technology de India y elegido por el Consejo Británico como uno de los cinco talentos creativos con mayor  proyección del país. Nappa Dori es en esencia un tributo a la cultura india, a su exotismo, romanticismo tardío y nostalgia perdida, reinterpretadas bajo la perspicaz mirada de su creador a través de inteligentes toques modernistas. Entre las propuestas que temporada a temporada presenta la casa destacan sus preciosos baúles de viaje rígidos realizados en piel de primera calidad y caracterizados por ese toque retro que tanto gusta a sus seguidores, sus bolsos estilo vintage que recuerdan a los que empleaban carteros o doctores hace años para desempeñar sus oficios, sus neceseres y sobres de cuero realzados con preciosistas estampados geométricos o ilustraciones de la cotidianeidad India. Una de sus últimas apuestas para esta próxima temporada son unas espectaculares fundas para cámaras realizadas a mano, un complemento que no puede faltar en la maleta de todo buen viajero.

Maletas para India

© Nappa Dori

El trabajo artesanal y el diseño más vanguardista coexisten en las creaciones de Gautam Sinha, capaces de aportar un toque sofisticado a la vez que diferencial a los looks más convencionales. Incluso, si se desea, es posible personalizar las piezas, añadiendo nuestras iniciales o mensajes concretos, por ejemplo, haciéndolas un poco más nuestras. Nappa Dori posee su estudio de diseño en la zona sur de Nueva Delhi y cuenta con dos tiendas en Hauz Khaz Village y el Meherchand Market de la ciudad; si bien también tiene presencia a nivel internacional gracias a sus colaboraciones con hoteles de lujo en lugares como Dubái, Londres, África o el sudeste asiático.

Maletas para India

© Nappa Dori

Nappa Dori es sólo uno de los numerosos ejemplos de firmas indias dedicadas a la creación de complementos de calidad que están alcanzando repercusión en revistas de moda y tendencias tanto nacionales como internacionales. Algunas de ellas son Anup Mastakar, Toteca, Satya Paul o India Circus, marcas que hacen volar nuestra imaginación con cada una de sus creaciones.

¿Sabías que la shisha o el narguile es un invento indio?

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La mejor época para viajar a Bután

Escrito por: Eva del Amo

El clima de Bután es muy variado, según la parte del país en la que nos encontremos. En general, la mejor época para viajar a Bután es primavera, cuando la temperatura es más agradable, o en otoño, evitando así los meses más fríos y las fuertes lluvias de los monzones.

Bután se sitúa al sudeste de Asia, entre China e India, y a los pies del Himalaya. Aunque existen planicies y valles, su orografía es muy montañosa, con un 70% del territorio conformado por bosque.

La mejor época para viajar a Bután

© Kyle Taylor

El clima en Bután varía mucho según la zona en la que nos situemos, principalmente como consecuencia de la altitud. Podemos encontrar una climatología prácticamente subtropical en las llanuras meridionales, mientras que en las tierras altas el clima es templado. La temperatura irá descendiendo progresivamente según vayamos acercándonos al Himalaya, un lugar marcado en el mapa con nieves perpetuas.

En general, en los valles centrales de Bután hay bastante contraste de temperaturas, siendo los inviernos frescos y los veranos calurosos, mientras que en las zonas más montañosas el invierno es muy frío y, en verano, el sol casi no llega a calentar, si bien esta es una buena época para disfrutar de diferentes festividades de Bután típicas.

No obstante, si podemos elegir, la época ideal para visitar el país es la primavera, ya que implica, salvo excepciones, una temperatura media más agradable, y una explosión de color en los campos, con enormes extensiones cubiertas por un manto de flores. Los meses comprendidos entre marzo y mayo son, para muchos, la mejor época para viajar a Bután por estos siguientes motivos:

  • Celebración del tshechu de Gomkora, uno de los más espectaculares de Bután.
  • Las jacarandas florecen alrededor del dzong de Punakha a mediados de mayo, tiñendo de colores lavanda este escenario de ensueño.
  • Ideal para realizar el Jomolhari Trek y Drukpath Trek, especialmente desde mediados de abril hasta finales de mayo.
  • El tshechu de Paro suele tener lugar a principios de abril. La mejor oportunidad para conocer al Rey de Bután, ya que a menudo se dirige a las festividades entre el tercer y último día, motivo por el que hoteles y servicios pueden verse desbordados.
La mejor época para viajar a Bután

© Christopher J. Fynn

El otoño es también una estación muy recomendable, especialmente si queremos hacer senderismo. Aunque desde septiembre a noviembre hace algo más frío, este periodo cuenta con una clara ventaja: el agua caída durante la época del monzón ha dejado la atmósfera muy nítida, de tal manera que todo el paisaje se observa con una claridad asombrosa. Por otra parte, en algunas zonas los colores ocres tiñen el paisaje, convirtiendo muchos lugares en una auténtica sinfonía de diferentes tonalidades. Un marco ideal para pasar jornadas inolvidables al aire libre, y perfecto para hacer decenas de fotos que parecerán una postal. Estando bien equipados, el frío que puede llegar a hacer por las noches no resultará un auténtico inconveniente.

Estas son algunas de las experiencias y motivos para viajar a Bután en otoño:

  • La celebración del Festival de la Grulla de Cuello Negro en el hermoso valle de Phobjikha.
  • Los valles del país se convierten en una sombra de oro mientras los agricultores de arroz se preparan para cosechar
  • A finales de septiembre, el tshechu de Thimphu se convierte en el mayor acontecimiento de la moderna capital de Bután. El festival también coincide con el tshechu de Wangdi, por lo que se convierte en la mejor oportunidad de asistir a dos festivales en un solo viaje a pesar de la multitud.

Por el contrario, si hay una temporada que debemos evitar es el invierno. De diciembre a febrero, la temperatura es demasiado fría, por lo que conviene escoger otra estación para visitar el país.

La mejor época para viajar a Bután

© Christopher J. Fynn

Entre mayo y septiembre, aunque la temperatura es mucho más agradable, estamos en época de monzones, por lo que nos podemos encontrar con fuertes lluvias y crecidas de los ríos, especialmente en junio, julio y agosto. La intensidad del monzón, en cualquier caso, varía cada año. Es cuestión de suerte que nos encontremos con más o menos lluvia, aunque ésta hará acto de aparición con total seguridad.

¿En qué época te gustaría viajar a Bután?

10 razones para visitar el Himalaya indio

Escrito por: Enric Donate

Con 10 ochomiles en su haber, el Himalaya o Morada de las Nieves en sánscrito, es la cordillera más fascinante del mundo. Solo la vertiente india es un mosaico de diversidad cultural, patrimonio histórico y paisajes espectaculares. Estas son las 10 razones para visitar el Himalaya indio. Esto es lo que no te puedes perder.

Himalaya indio, Dharamsala

© Michael Foley

 

  1. DHARAMSALA. Todo aquí gira alrededor del Dalai Lama y la comunidad tibetana en el exilio. La vida pivota alrededor del Monasterio del Dalai Lama. Únete al parikrama, el camino que lo circunvala y compartirás el tiempo con tibetanos ensimismados recitando sus mantras.
  1. EL YOGA. Esta disciplina física y mental milenaria tiene en la localidad de Rishikesh un importante centro. Los ermitaños hindúes eligieron esta zona del cauce del Ganges para establecer sus retiros espirituales. Hoy en día, Rishikesh celebra el Festival Internacional de Yoga.
  1. LAS PLANTACIONES DE TÉ. El champagne de los tés se cultiva en terrazas a una altura de 1500 metros. Darjeeling fue elegida como capital de verano por los británicos y aquí construyeron bungalós y un tren de vapor que sigue en funcionamiento. Darjeeling es aún hoy un viaje en el tiempo.
Himalaya indio - Darjeeling

© Daniel Peckham

  1. EL TIGRE DE CORBET. El primer Parque Nacional establecido en India, fue también donde se inició el Proyecto Tigre. Accesible, pero poco visitado, es el destino perfecto para los amantes de la naturaleza que deseen avistar al gran felino con temperaturas más suaves a los pies del Himalaya.
  1. LADAKH. El pequeño Tíbet indio es un territorio de cultura y paisaje único. Los monasterios históricos de Lamayuru o Thiksey se diseminan por el valle del Indo. Las aguas turquesas del río cruzan esta meseta desértica donde la ausencia de vegetación deja los colores de la roca desnuda a la vista.
  1. EL VALLE DE LAS FLORES. Parque nacional y Patrimonio Natural de la UNESCO, este valle en el área del Nanda Devi es uno de los últimos refugios de cientos de especies de flora alpina. El valle solo es accesible entre junio y octubre después de un trekking de 17 kilómetros desde Govind Ghat. Un esfuerzo ampliamente recompensado por la belleza que atesora.

    Himalaya indio, Valle de las Flores (c)

    © Araghu

  2. LAS FUENTES DEL GANGES. Tortuosas carreteras que serpentean por las alturas del Himalaya llevan hasta las fuentes del río más sagrado del hinduismo. Tras el deshielo, el trajín de peregrinos a Gangotri es continuo. Aquí, belleza natural y religiosidad se dan la mano.

    Himalaya indio -  Leopardo de las nieves

    © Bernard Landgraf

  3. ARUNACHAL PRADESH. Raramente visitado, el extremo oriental del Himalaya indio se jacta de acoger a 4 grandes felinos, entre los que se halla el leopardo de las nieves. Descubre los más de cien grupos tribales que habitan a los pies de las montañas y a orillas del Brahmaputra.
  4. EL KANCHENJUNGA. El tercer pico más alto del Himalaya, fue considerado hasta 1852 la mayor montaña del mundo. El perfil casi perfecto del Kanchenjunga domina el valle de Sikkim, un pequeño estado de cultura budista que se integró en la India en 1975.

    Himalaya indio, Vista del Kanchenjunga

    © Nitin Tiku

  5. SRINAGAR. Strictu senso, el valle de Kashmir pertenece a la cordillera del Karakorum, pero ¿cómo obviar Srinagar en un viaje por el Himalaya indio? De esta tierra dijeron emperadores que era el paraíso y aún hoy la experiencia de vivir en las casas barco sobre el lago Dal y escuchar el canto del almuédano al atardecer raya lo indescriptible.

Guru Nanak Jayanti

El día 25 de noviembre se celebra Guru Nanak Jayanti, la fiesta nacional sij que celebra el nacimiento de Gurú Nanak. 

El 25 de noviembre se conmemora el nacimiento de Gurú Nanak, fundador del sijismo. Este festival es uno de los más sagrados de esta religión, aunque también es celebrado por hindúes y devotos de otras religiones. Durante este día se celebran procesiones, espectáculos de danza y cante y se ora y rinde culto al gurú.

Gurú Nanak Jayanti

© Rajesh Pamnani