Cada 2 de octubre se celebra en India el Gandhi Jayanti, el aniversario del nacimiento de Mohandas Karamchand Gandhi (1869).
Todo el país conmemora con gran reverencia a aquel pequeño gran hombre, hoy considerado “Padre de la nación” (“Bapu”) por su relevante papel en la lucha por la Independencia frente al Imperio Británico y su capacidad de unificar a millones de personas.
Hoy símbolo de paz y de verdad, Gandhi destacó por su capacidad de movilización, su sencillez y su fuerza de voluntad.
No hay “Google” en Google, Karnataka
La búsqueda de Google termina en Karnataka, y es que uno no puede usar el Google en Google. Y eso es porque Google, un pueblecito a unos 510 Kilómetros a noreste de Bangalore, no tiene conectividad a Internet.
Ubicación aproximada de la aldea «Google»
Lógicamente, este pueblo a orillas del río Krishna en el distrito de Raichur, con solamente mil habitantes, no tiene nada que ver con ‘Google Inc.’ y la empresa basada en California.
Gandhi, la gran figura del pensamiento indio contemporáneo
Gandhi es una de las figuras más importantes de la historia contemporánea. No sólo por resultar decisivo en la política del siglo XX, sino por sus enseñanzas, sus renovadoras teorías acerca de la movilización ciudadana y el compromiso por una causa y por su ejemplo de austeridad, justicia social y ética.
Los primeros años.
Mohandas Karamchand Gandhi nació el 2 de Octubre de 1869 en Porbandar (Gujarat), India. Su padre era el reputado primer ministro del distrito y su madre una mujer profundamente religiosa de casta pranami, que practicaban una fusión del hinduismo con algunas enseñanzas del Corán.
Desde su infancia vivió la religión con una natural tolerancia y respeto, mezclando hinduísmo, islam y también budismo o jainismo (con su interesante visión acerca de la no-violencia y el vegetarianismo), lo que fue determinante en su concepción del mundo.
Su familia concertó su matrimonio con Kasturbai cuando ambos tenían 6 años de edad, aunque no se hizo efectivo hasta los 13, siguiendo la tradición hindú. Fue el comienzo de una íntima relación personal y de un profundo amor que duró 60 años. Por cierto que mucho tiempo después Gandhi se proclamaría contrario al matrimonio infantil o adolescente.
Gandhi no destacó precisamente por ser un buen estudiante, lo que influyó en que su familia decidiera enviarlo a Londres a estudiar Derecho. Era el año 1888, tenía 19 años y acababa de ser padre del primero de sus cuatro hijos.
Allí permaneció 3 reveladores años, en los que se convirtió en todo un gentleman inglés. No sólo conoció Occidente y sus costumbres, también descubrió la visión de aquel lado del mundo sobre el suyo propio… y quedó claramente influido por el cristianismo y sus enseñanzas. Dedicó mucho tiempo a buscar la unión y los puntos de encuentro entre todas las religiones.
Cuando regresó a India, Gandhi había crecido muchísimo. No sólo era abogado titulado sino que traía consigo el gérmen filosófico de lo que serían sus revolucionarias ideas.
Sin embargo no le fue bien al principio. Su madre había muerto, su familia había perdido mucha influencia social y política y sus primeros casos como abogado fueron un fracaso.
Aventuras “no evidentes” en nuestra casa de Delhi
< Viene de: Instalándose en Delhi: buscando casa.
Y bien, una vez instalados en Delhi, empieza el tema no menos fundamental de equipar la casa y aunque parezca mentira… ¡“entenderla»!
¡Si!, en cada país las casas tienen un “ser” diferente y único. Y si no lo conoces y lo que es más importante, lo entiendes, la casa de tus sueños puede convertirse en una película de las de Polstergeist a la más pura usanza yanqui…
Veamos, ¿quién puede saber si no se lo explican previamente, que dos pequeños, pequeñísimos interruptores, que normalmente están situados en algún rincón escondido de la cocina, corresponden a los tanques de agua de la casa o edificio? Es más… ¿que si no los enciendes cada día, llegará un momento en el que de los grifos de toda la casa no salga ni aire…?
Una vez que se sabe es sencillo, pero hace falta que te lo digan. Y en Delhi por lo que estoy viendo la gente en general piensa que en el resto del mundo todas las cosas funcionan exactamente igual que aquí (aunque… ¡así es básicamente lo que solemos pensar todos!). O sea, no tiene sentido para ellos explicarnos lo evidente, ya que todas nuestras casas en España o en cualquier lugar del mundo seguro deberían estar dotadas del mismo sistema de interruptores de agua que las de aquí…
A nosotros nos costó averiguarlo dos días sin agua y a 45 grados de temperatura, hasta que al propietario, supongo que cansado ya de nuestras quejas y a punto de llamar a todos los fontaneros de Delhi, se le ocurrió preguntarnos- “¿Habéis encendido los pequeños, minúsculos interruptores de la cocina…?”.
«¿Interruptores?, ¿qué interruptores?, ¿por qué?», contesté yo presa del pánico.
«¡Ah!, son los interruptores que ponen en marcha el motor que a su vez permite que los tanques se llenen de agua dos veces al día, las dos únicas veces en que por un par de horas hay agua de la municipalidad…»
Esa fue su respuesta, pero por supuesto con un “tonillo” que dejaba claro lo que pensaba: “¡Hay que ser tonto para no saber esto..!» En fin, ahora lo sé y vosotros también.
Instalándose en Delhi: buscando casa
A todos nos ha llegado alguna vez el momento de tener que buscar casa para toda la familia, ya sea en un nuevo país, en una ciudad diferente o incluso dentro de nuestra misma ciudad o barrio…
¿Pero qué ocurre cuando ese momento llega y hay que encontrar un lugar para vivir en un país como la India y en una ciudad como Nueva Delhi, la séptima mas poblada del mundo?
En nuestro caso, lo primero que hicimos fue preparar una puja (ofrenda) a Ganesh, que nos dijeron que ¡se ocuparía de ayudarnos!. Provisionalmente fuimos directitos a un service-apartment, que es algo así como nuestros aparta-hoteles: un pisito alquilado de dos o tres dormitorios amueblado y con todas las comodidades incluidas.
En el caso de Delhi te ofrecen además cocinero/a las 24 horas. Alex se llamaba el nuestro, cristiano por cierto (por lo que podía preparar carne de vaca sin problemas). Alex fue el encargado de hacernos conocer las maravillas de la verdadera comida casera india y los niños aún hoy recuerdan cómo les hacía llorar el picante que, según el, ¡nunca ponía!.
Además de un cocinero, la mayoría de apartamentos cuentan con Internet y coche con chófer si lo deseas, en algunos casos hasta puedes solicitar servicio de masajes o clases de yoga y hasta de cocina india… Todo ello por cuenta del propietario/a del mismo.
Primera lección: en India pregunta siempre, porque ¡casi todo es posible!
Así que una vez medianamente instalados en una zona bastante céntrica de South-Delhi, nos hicimos con todos los planos de la ciudad que pudimos conseguir y recabamos todos los consejos habidos y por haber, en Internet, de los taxistas, de gente del trabajo, en las tiendas… He de reconocer que el exceso de información en este caso llegó a ser mas problemático que la falta de la misma.
¿Cómo viajar en avión? Turista, “Business” y Primera
Desde que el transporte regular de personas existe, las compañías de transporte de todo tipo han buscado la manera de adaptarse a las necesidades de sus clientes, tanto en precio como en confort. Las aerolíneas en este sentido no se han quedado a la zaga. Desde que la aviación moderna ha conseguido poner en el aire grandes aparatos que, hoy en día, son capaces de transportar hasta 1.000 personas, la adaptación del servicio a las necesidades se ha vuelto inevitable.
Probablemente las personas “de a pie” no nos damos cuenta, pero, por ejemplo, la configuración de asientos de un avión influye y mucho en la explotación económica del aparato (carísimo por otro lado) y, por supuesto, en la comodidad de los pasajeros e incluso del personal que va a bordo.
Para que nos hagamos una idea, un aparato Boeing 747-400 (uno de las aeronaves más vendidas de la historia), puede transportar entre 416 y 524 pasajeros (es decir, un 25% de diferencia) dependiendo de la configuración de asientos y de si el avión se subdivide en dos o tres categorías o clases, entre otras cosas.
Bollywood, el cine inexpugnable
Bollywood, el género más prolífico de la industria cinematográfica india, es también una pieza clave de la cultura popular del país. Un auténtico fenómeno de masas que roza los 4.000 millones de espectadores anuales y que otorga a India el título de primer productor mundial de filmes, unos 1.000 anuales frente a los 600 de Estados Unidos.
Pero a Bollywood, la rama más conservadora y complaciente del cine made in India, no le ha deslumbrado el éxito. Hasta la fecha, ha sabido esquivar los embistes del gigante norteamericano que ha visto en sus audiencias una oportunidad de oro para sanear el maltrecho negocio de Hollywood. Tanto que hasta Nicolas Cage ha decidido dar un giro radical a su carrera para embarcarse como protagonista en una producción que la factoría Bollywood comenzará a rodar a principios de 2011.
Habrá que ver si ese territorio inexpugnable que es el corazón del espectador indio puede ser conquistado por extraños. Por ahora, el fenómeno de afinidad emocional entre éste y el género bollywoodiense sigue escapando al entendimiento occidental.
El opio del pueblo
Las películas de Bollywood, rodadas generalmente en lengua hindi, están estrictamente codificadas en cuanto a duración, trama y desarrollo. Suelen durar más de lo que la paciencia occidental está dispuesta a aguantar, alrededor de unas tres horas. La trama, sabiamente urdida por productores nacionales, gira en torno a códigos comunes a todas las sociedades emergentes o en vías de desarrollo: historias de emprendedores que migran y triunfan en la gran ciudad, amores imposibles, sacrificios y exaltación de valores tradicionales como la familia o la amistad. La marca de la casa la imprimen los eternos números musicales y las coreografías multitudinarias.