Jardines de la Reina Sisodia en Jaipur

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Escrito por: Verónica Aranda

En todas las ciudades indias, incluso en las más aglomeradas y caóticas, hay oasis de paz. Pequeños edenes donde te puedes refugiar y olvidarte por unas horas de la jungla del tráfico, la algarabía y los cláxones. Jaipur también alberga sus pequeños paraísos. A solo 10 kilómetros de la Ciudad Rosa, en la carretera que va de Jaipur a Agra, encontrarás el Sisodia Rani Ka Bagh (los jardines de la Reina Sisodia), todo un vergel en medio de la tierra árida rajastaní. La entrada cuesta 20 rupias indias y el disfrute y esparcimiento están garantizados. La mejorar época para realizar la visita es de julio a marzo.

Sisodia Jaipur Garden

© Connie Korbel


Este jardín-palacio opulento fue construido en 1728, por el rey Sawai Jai Singh para su segunda esposa, la reina Sisodia de Udaipur, que se casó con la condición de que su hijo fuera el sucesor al trono. Al igual que otros monumentos de la época como el Taj Mahal o la tumba de Humayun, es un símbolo del amor eterno y uno de los mejores ejemplos de la elegancia y la estética de la arquitectura mogol.

Con fondo de montañas, era un santuario natural y el lugar de retiro de la reina Sisodia, al que acudía con sus damas de corte. Un palacio de recreo alejado de la ciudad amurallada, donde podía conectarse con la naturaleza y huir de la corte de Jaipur y sus intrigas políticas.

Sisodia Rani Ka Bagh Garden in Jaipur

© Connie Korbel

El cuidado jardín real mezcla diseños tradicionales de la India con el estilo mogol y es la resonancia perfecta de varios niveles en un marco con fuentes, macizos de flores estacionales, canales de agua iridiscentes, pabellones pintados y galerías, que se fusionan en el centro. Encarna el refugio sensorial, rodeado de arbustos fragantes, altos magnolios y pavos reales que emergen entre la vegetación y nos dan una idea del plácido ambiente cortesano. Está decorado con unos murales de gran plasticidad donde están plasmadas escenas de caza y representaciones narrativas de la historia del amor inmortal de Radha y Krishna, dioses-eternos amantes del hinduismo, que simbolizan aquí el amor del maharajá por Sisodia.

Vale la pena visitar el interior del palacio de dos plantas, fantasmal y decadente, que se encuentra en la parte superior del jardín. Aún conserva muebles de madera tallada, divanes, espejos y otros elementos decorativos. Ajenos al paso del tiempo, lucen su esplendor desvaído. Desde el piso de arriba la vista del jardín es excelente, una perspectiva ideal para los amantes de la fotografía.

Como curiosidad añadida, estos jardines se han convertido en los últimos años en un exterior popular para el cine indio, además de acoger la celebración de bodas y fiestas privadas. Si quieres alejarte del mundanal ruido y viajar en el tiempo al ambiente de recreo de las cortes mogoles, no dejes de visitar estos jardines a las afueras de Jaipur donde podrás dar un tranquilo paseo entre árboles de Ashoka, aves y plantas aromáticas.

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