Muchas veces, necesitamos abandonar el gris de la rutina para sumergirnos en el arco iris. O quizás en su versión más terrenal, la India, ese país donde existen colores que quizás no sabías ni que existían y que envuelven estos siguientes lugares tan llenos de espiritualidad y calidez.
Escrito por: Alberto Piernas
Rojo: Fuerte Rojo de Agra
India del Norte es de muchos colores, pero especialmente roja. La tonalidad de la arenisca roja que sirvió para construir algunos de sus principales orgullos, como la Tumba de Humayun o el Fuerte Rojo en Delhi, encuentra en Agra a su mejor embajador. Concebido como un enorme fuerte donde concentrar los palacios y harenes del emperador Akbar en el siglo XVI, el Fuerte Rojo de Agra es el contrafuerte de un Taj Mahal más diáfano, resultando más agresivo e incluso majestuoso.
Azul: Jodhpur
En algún lugar en el corazón del estado de Rajastán, una mancha azul refresca al viajero en mitad del desierto del Thar y sus camellos cruzando las carreteras polvorientas. Al caminar por las calles de Jodhpur, el agua cae en un cántaro, las callejuelas se estrechan y el color rosa del vestido de una niña se camufla con un azul que comienza a envolverlo todo. Sí, Jodhpur es todo un imperio del color.
Verde: Munnar
Si el norte de la India es ocre y rojo, el sur es verde y exuberante. Estados como Kerala, conocida como Tierra de Dios, ofrecen escenarios llenos de palmeras, casitas de colores y canales que surcar en antiguos barcos de arroz a través de sus famosos backwaters. Una tierra que encuentra en plantaciones de té como la de Munnar la explosión de verdes un festival para los sentidos.
Rosa: Jaipur
Dicen que, durante la visita del príncipe Alberto de Gales en 1776, los habitantes de la ciudad de Jaipur decidieron pintar la ciudad de color rosa para la gran cita. Otros, que el fundador de la misma, el maharajá Jai Singh, apostó por emular los edificios de arenisca roja del imperio mogol en la que fue una de las ciudades más innovadoras de su tiempo en India. Jaipur es la definitiva Ciudad Rosa de la India, tal y como puede apreciarse en monumentos como el famoso Hawa Mahal, o Palacio de los Vientos, en sus arcos, minaretes y havelis.
Blanco: Udaipur
El lago más impresionante de Rajastán se encuentra en la ciudad de Udaipur y es, posiblemente, el lugar que mejor evoca esa magia a lo Mil y Una Noches que representa India. El motivo no es otro que la presencia del hotel de lujo Taj Lake Palace. Un edén arquitectónico rodeado de barcas de colores y definido por un lujo propio de princesas y maharajás. Sin duda, uno de los lugares más románticos de Rajastán.
Púrpura: Taj Mahal
Este 2018, el Taj Mahal lucirá más brillante que nunca gracias a las diferentes reformas que el Gobierno indio está realizando en torno a su gema más preciada. Mientras, siempre podemos maravillarnos con los colores de un atardecer que encuentran en el romántico mausoleo el perfecto lienzo donde dibujar imágenes como esta. Rosa, naranja, blanco, púrpura. Ni las auroras boreales.
Naranja: Varanasi
La también conocida como Benarés es ese lugar al que toda la India y parte del mundo peregrina para buscar la espiritualidad que el mundo parece olvidar. Frente a los famosos ghats, o escalones que descienden al río sagrado del Ganges, el atardecer más naranja que puedas recordar se acompaña de las famosas flores de caléndula, en cuyo centro se coloca una vela para buscar la iluminación que les libera de las malas reencarnaciones.
Dorado: Templo de Amritsar
El dorado invade muchos de los rincones de India, pero el más espectacular de todos es, sin duda, el Templo de Amritsar. Concebido como epicentro de la religión sij en la ciudad de Amritsar, cercana a la frontera con Palestina, este templo simboliza la liberación de todo aquel que se acerca a las aguas del estanque que lo envuelve.
Multicolor
Encontrar un solo color en la India no es tarea fácil. De hecho, será mucho más fácil encontrarlos todos por cada uno de los rincones por los que crucemos. Desde los elefantes ornamentados de Jaipur hasta los saris de colores que pasean por las afueras de un mausoleo, pasando por el famoso Holi, los colores invaden todos y cada uno de los lugares de India.