Tic-tac: soy un segundo en India

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Soy un segundo en India. @faded_clicker



En este momento, una gota de monzón cae, un pavo real despliega sus colores y tú estás leyendo esto.

Escrito por: Alberto Piernas

Un aroma, un segundo. © Pixabay

Siempre pasa antes de que llegue el monzón. El calor hace que los vendedores del mercado metan sus cabezas dentro de las sandías, un agricultor está rezando en mitad del páramo y un pavo real parece detenido. Todos esperan que cante, que indique que ha llegado la lluvia. Es curioso cómo el tiempo se dilata, cómo en este segundo en un lugar suspira el sol y en otro se aparta la luna, se dan un beso bajo las palmeras dos amantes, tirita el valle por el sonido de la campana, golpea una barca en el tapiz de juncos del lago Dal.

Lago Dal, en Srinagar. © Pixabay

Un segundo en India y un azul eterno en Jodhpur, tantas pinceladas de dioses a través de la ropa tendida junto al Yamuna. Tantas personas en el Taj Mahal, contenidos bajo esta bruma de polvo de arena. El ojo de un tigre se ha abierto en la selva, salta un antílope, un avión despega, un niño sonríe, su sueño se convierte en oración alrededor del mundo. En este segundo, nace un niño sij en Amritsar y otro musulmán en Rajastán. Una vaca avanza en mitad de una calle de Jaipur, un camello deja huellas en Pushkar y alguien se hace una promesa en un torreón del Taj Lake Palace de Udaipur. Una samosa en su punto de cocción, un tuk tuk arranca, una mujer llora, una paloma vuela a través del mercado.

Un segundo, algo vuela. @amateur_photoclicker

Alguien enciende un beedee, una vela brilla en una cámara oscura. El calor es intenso, todo se ha detenido en esta milésima de tiempo: los ventiladores antiguos, los perros sin dueño, los monos de Hampi, la trompa de un elefante. Un viajero ha terminado de escribir una postal, un loto crece en un estanque y un nuevo sentido brota aquí dentro. Alguien ha soplado al color, todo se ha esparcido, las flores naranjas caen a un charco de barro, alguien mira al cielo, una nube es gris, la esperanza ha contagiado a todo el pueblo.

En el norte aguardan el agua, en el sur ha caído una primera gota. © Pixabay

El sur, un segundo, un nuevo verde ha nacido en las marismas. La mirada de una pareja en una barca, el giro de un artista de kathakali, una mariposa que se ha colado en el tren, el viaje del aire, entre tantas manos agarradas ha formado un poema invisible. Ha llegado a la playa una tortuga tras meses de viaje, un bate de cricket golpea la pelota, otro pavo real ha empezado a cantar, una primera gota del monzón ha caído sobre una hoja de platanera. En un grano de arena cabe una playa, pero en este segundo cabe un continente.

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