El sur del país alberga lugares tan singulares y asombrosos como las ruinas más famosas de Karnataka, donde se conjuga bella arquitectura con un paisaje único. ¿Te gustaría visitar Hampi?
Escrito por: Lorena Pérez
Conocida como la Ciudad de la Victoria por su pasado como capital del Imperio Vijayanagara, aún hoy la población de Hampi sigue fascinando a los viajeros que se acercan a conocerla aunque, lógicamente, haya perdido parte de la gloria y prosperidad que la caracterizaban antes de la caída del imperio en 1565.
Ubicada al norte del estado de Karnataka, las ruinas de Hampi descubren a los que las recorren una mezcla encantadora de arquitectura islámica con ciertos toques orientales junto con un impresionante paisaje natural, fruto de la actividad volcánica que hace millones de años se daba en este lugar. Como resultado encontramos gigantescas piedras moldeadas por años de erosión que sirven como acompañamiento perfecto a las decenas de templos y zonas sagradas que componen las famosas ruinas de Hampi.
En realidad la población de Hampi se divide en dos zonas: Virupapur Gadde y Hampi Bazaar, separadas por el río Tungabhadra. Es en esta última en la que encontramos la mayor colección de ruinas, templos y construcciones de Hampi – pudiendo encontrar más de 350-, aunque merece la pena recorrer ambas ya que la distancia es muy corta y el río puede cruzarse tanto en barca a motor –hasta las 6 de la tarde- como con barcas a remo.
A la hora de visitar Hampi, su zona sagrada la conforman decenas de edificios de culto, templos, estatuas y esculturas religiosas. Destaca el famoso templo Virupaksha, dedicado al dios Shiva, que está considerado como uno de los más sagrados e importantes de toda la India y que, a día de hoy, se conserva prácticamente intacto. El templo –declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986- se compone de un santuario, tres cámaras y varios salones de columnas, aunque una de las cosas que más llama la atención es su espectacular torre escalonada de más de 50 metros repleta de estatuas dedicadas a cientos de dioses y diosas diferentes. También es muy reconocido el complejo del Templo de Vittala, donde se encuentran varios pilares huecos que emiten sonidos y un carro de piedra que se ha convertido en el símbolo del turismo de Hampi.
Por otra parte, en la zona real predominan palacios, cuarteles y fortificaciones antiguas, entre las que destaca el Lotus Mahal, un palacete utilizado por las reinas del antiguo imperio para descansar y relajarse, con una estructura simétrica de dos pisos y varios conductos que permitían el flujo constante de aire por todo el edificio en los días calurosos típicos de Hampi.
Visitar Hampi y sus ruinas suele llevar aproximadamente un día y la mejor forma de moverse entre sus diferentes zonas es andando o en bicicleta. Además, te recomendamos que organices bien tu excursión para poder disfrutar del amanecer o del atardecer desde la colina Hemakuta, ¡sin duda uno de los mejores lugares del estado para contemplar una puesta de sol!
¿Quieres visitar Hampi: esa India desconocida?
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