El domingo 26 de marzo visito muy temprano la Fábrica de té en Sri Lanka, una de las más antiguas, data de 1880.
Viene de: Visitar Tea Country, Nuwara Eliya (10ª parte)
La fábrica de té en Sri Lanka: aprendiendo un arte
Rodeando la fábrica están los campos sembrados de té (algunos sectores tienen plantas de hasta 80 años de producción) en forma de terrazas y en ellos trabajan actualmente 700 mujeres; cada una recoge diariamente 12 kilos de hojas de té en las 8 horas de trabajo. Cuando las hojas ingresan a la fábrica inicia la labor de secado, primero esparcidas en cajones puestas al calor con ventiladores de calefacción; luego de 14 horas son removidas y sometidas a 7 horas más de secado para pasar luego a la limpieza y a ser molidas para ser empacadas en bultos y llevar a otras fábricas donde las clasifican por el olor, el sabor, la textura, de tal forma que se empacan en diferentes tipos de presentaciones de té.
De acuerdo con su calidad es el precio de venta. Por lo general se recogen las hojas más jóvenes o frescas porque de lo contrario es demasiado intenso el sabor.
Tras la fábrica de té en Sri Lanka: Parque Nacional de Yala
El lunes 27 de marzo se vislumbra emocionante. La carretera me lleva de las montañas la mar buscando el Parque Nacional de Yala para un nuevo safari. Antes tengo que recorrer 5 horas de camino, el preferido por los mochileros (por lo general gente joven europea) por los escenarios que favorecen las caminatas por montañas, bosques y cascadas. Me detengo en una de ellas, la Cascada de Rawana, para tomar la obligada foto cerca del pozo que se forma y que invita al chapuzón.
Continúa: Safari en Yala y la ciudad de Galle (12ª parte)
*Piedad Santos Gómez es una viajera colombiana que, de la mano de Sociedad Geográfica de las Indias, ha recorrido ya grandes países como India (Norte y Sur), Dubái o Sri Lanka. En sus relatos describe tanto los aspectos prácticos del país que visita, como todas sus experiencias vividas en el viaje.