Los barcos también mueren, pero algunos de sus cementerios ya no soportan más llegadas. Descubrimos Alang, el cementerio de barcos de India ubicado en el estado de Gujarat.
Escrito por: Alberto Piernas
Alang: ¿a dónde van a morir los barcos?
En la ciudad de Alang, en el distrito de Bhavanagar del estado indio de Gujarat, se escuchan susurros. Proceden de antiguos navieros y marineros, de cascos de barcos que se aglutinan en un infierno de metal en una playa errante. Considerado como el mayor cementerio de barcos del mundo desde sus inicios en 1983, Alang es un lugar que tiene algo de maldito. Tanto, que incluso existen referencias culturales como la novela Guerra Mundial Z de Max Brooks, en la cual muchos de sus supervivientes se refugiaban entre los barcos para huir de la plaga zombi.
Cientos de barcos salpican una línea de costa de 11 km que se despliega en el Golfo de Khambat, a 50 km al sureste de Bhavnagar. Aquí yacen los astilleros de desguace, donde se desmontan y reciclan la mitad de buques que llegan de todo el mundo. Algunos de estos barcos proceden de la actividad naviera, mientras otros pertenecen a antiguas e importantes líneas de cruceros como la SS France.
En total, la Alang Ship Breaking Yard contiene ha+sta 183 astilleros de desguace, cifra que lo convierte en el mayor exponente en desguace de barcos, por encima de otros competidores como el Chitaggong Ship Breaking Yard de Bangladesh o el Aliaga Ship Breaking Yard de Turquía.
Desmontar estos barcos inservibles engloba una estrategia complicada, ya que las operaciones de desguace se realizan cuando la marea baja. De lo contrario, el lecho de los buques se embarra y resulta muy difícil poder desmontarlos.
La polémica del cementerio de barcos de India
Los trabajadores de Alang arrastran unas duras condiciones de trabajo, ya que además de la mano de obra barata y las fuertes mareas que ponen en peligro su vida en contacto con los barcos, también están expuestos a toxinas como el amianto o el plomo al tener que romper manualmente los barcos. Por si esto no fuera suficiente, el hospital más cercano queda a más de 50 km desde Alang.
Gobiernos como la Unión Europea han prohibido que los barcos europeos puedan ser desguazados en Alang. Sin embargo, muchos barcos continúan llegando «camuflados» bajo las banderas de otros países más pequeños o remotos como Tuvalu y sus islas. En total, el valor de los barcos que componen Alang alcanza los 110. 6 billones de dólares, por lo que supone un cuantioso negocio para el sector.
Por otra parte, Alang tiene la responsabilidad de convertirse en un espacio de mayor concienciación ecológica, pero nada más lejos de la realidad. Muchos de los países que depositan sus barcos en Alang, como China, Japón o naciones de la UE no están dispuestas a internalizar los costes del reciclajes de sus barcos.
La emisión de toxinas presentes en los cascos de los barcos contaminan el aire y provocan serios problemas de salud. La tarea de descontaminar el ambiente recae sobre los altos cargos del cementerio de barcos, pero estos prefieren desviar la responsabilidad y presupuestos hacia las principales víctimas de esta situación: los agricultores y pescadores locales sin capacidad suficiente para gestionar el problema.
En Alang parecen fundirse las malas artes del mundo, de quienes prefieren echar la vista a un lado mientras se provoca una huella contaminante sin precedentes. Desde Sociedad Geográfica de las India no sugerimos visitar este lugar, no solo por el riesgo que conlleva a nivel sanitario sino por la ética de no fomentar las llamas de un pequeño gran infierno.
Descubre el resto del fascinante estado de Gujarat durante tu viaje en India.