Vista de los backwaters desde un típico barco de arroz. © PXhere
En India del Sur existe un estado conocido por sus habitantes como «Tierra de Dios». Y quizás no se equivoquen cuando se trata de un lugar de palmeras eternas surcadas por canales ancestrales, espectáculos de colores y una naturaleza única. Si quieres conocer esa otra India, no te pierdas estos motivos para viajar a Kerala, la Tierra de Dios.
Escrito por: Alberto Piernas
Viajar a Kerala: La Tierra de Dios
Backwaters
900 kilómetros de canales configuran un microcosmos en el que sus locales han aprendido a convivir con el agua y entre cocoteros. Pasadizos en los que adentrarse desde el lago Vembanad, lugar donde se dan cita los dos principales puertos de salida: las ciudades de Alapphuza y Kumarakom. A partir de aquí, los famosos barcos de arroz conocidos como kettuvalam recorren unos backwaters que esconden barcas errantes, casitas atrapadas en mitad del trópico y hasta bancos de patos. El lugar donde la Tierra y el Cielo se encuentran.
Su gastronomía
Durante la época colonial, la localidad de Fort Kochi se convirtió en el puerto que daría a conocer las especias al resto del mundo, motivo por el que este condimento tiene una especial importancia en el estado de Kerala a la hora de acompañar sus platos. A su vez, el sadya es el manjar más conocido de este estado. Un conjunto de arroz hervido acompañado de diferentes salsas y servido sobre una hoja de bananero que hará las delicias de los gourmets tropicales. Como complemento, nada mejor que adentrarse en su cultura del marisco con un buen plato de gambas secas con col o sucumbir a la leche de coco que macera el Ado Pradhaman, una especie de arroz con leche con anacardos, ghee (mantequilla clarificada) y chocolate simplemente espectacular.
Naturaleza
En India del Sur, la naturaleza se apodera de todo cuanto encuentra a su paso, especialmente en los famosos Ghats occidentales, cadena montañosa que libera cascadas y esconde parques naturales, destacando el Parque Nacional de Periyar, área que cuenta con hasta 53 tigres y 1000 elefantes perdidos entre montañas nebulosas y árboles. Si en tu caso prefieres disfrutar de una sesión de birdwatching, en Kerala se dan cita hasta 500 especies de aves diferentes entre las que destacan el calao o la garza gris.
Playas paradisíacas
Aunque India no sea un país especialmente conocido por sus playas, algunas de las mejores se encuentran en Kerala. Ejemplos como Varkala, Kovalam o Bekal, al norte del estado, son verdaderos paraísos de postal donde los cocoteros se inclinan, las barcas de pescadores saltan de los ríos al mar y la vibración hippie de viejos tiempos todavía se percibe en sus locales y ambiente.
¡El kathakali!
Comienza a anochecer en uno de los muchos templos hindúes de Kerala y el público se congrega alrededor del escenario. Una música ancestral, similar a la de un ritual, hace vibrar la sala, y un hombre embadurnado de colores y maquillaje comienza a contar una historia moviendo sus manos al ritmo de la música. El kathakali, una de las expresiones artísticas más carismáticas de Kerala, nació como una representación de poemas épicos hindús como el Ramayana, convirtiéndose en una de las señas de identidad de la cultura keralense.
Paraíso del wellness
Dicen los expertos que durante la época del monzón, caracterizada por las lluvias que surcan India desde el sur del país, nuestro organismo está mucho más receptivo a las famosas terapias de ayurveda. Un hecho del que los muchos centros de bienestar y resorts de Kerala se han hecho eco, potenciando un imperio del relax en el que sumergirse en mitad de la selva, mientras la lluvia acaricia las palmeras y la Tierra de Dios susurra una canción.
Degustar el mejor té
La altitud de los Ghats occidentales sobre el nivel de mar permite la presencia de algunas de las plantaciones de té más impresionantes del mundo. Una de ellas, Munnar, se eleva a 1600 metros de altura, convirtiéndose en todo un deleite para los curiosos que busquen perderse en las fragancias y sabores de la bebida más característica de la India.
Sus atardeceres
Kerala regala algunas de las mejores puestas de sol, desde sus playas hasta unas redes chinas de Fort Kochi donde el naranja alcanza a los pescadores. Un perfecto remanso de paz donde finalizar una emocionante jornada tomando un lassi mientras la mirada se pierde en el horizonte.
¿Te gustaría viajar a Kerala: La Tierra de Dios?