El 31 de Octubre, docenas de niños disfrazados golpean en las puertas de sus vecinos y gritan, “truco o trato” cuando se abre la puerta. Piratas y princesas, fantasmas y héroes populares todos cargan bolsas abiertas para atrapar los dulces u otras cosas que los vecinos dejan caer en ellas. Mientras dan a cada niño una recompensa los vecinos alaban los disfraces y tratan de adivinar quién está bajo las máscaras.

Desde los 80s, el primero de noviembre es una fiesta religiosa conocida como Día de Todos los Santos. La misa que era dada en este día era llamada Allhallowmas. La noche anterior vino a conocerse como all Hakkiwe’en, o Halloween. Como otras celebraciones americanas, sus orígenes están tanto en costumbres Cristianas como pre-Cristianas.

El 31 de Octubre era la noche del año nuevo Céltico. Los Celtas fueron los ancestros de los actuales Irlandeses, Galeses y Escoceses. En este día los fantasmas caminaban mezclándose con los vivos, o así lo creían los Celtas. La gente del pueblo preparaba comida todo ese día y cuando caía la noche se vestían y trataban de recordar a las almas de los muertos. Con la esperanza de que los fantasmas se vayan pacíficamente antes de la media noche del año nuevo, la gente llevaba la comida al borde del pueblo y la dejaba ahí para ellos.